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¡En Momentos de Angustia!

Relaxed family on vacation watching a beautiful sunset
Picture of Yadira Campis & Jaime Medina

Yadira Campis & Jaime Medina

“El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.
El te librará del lazo del cazador,
De la peste destructora.
Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad”
– Salmo 91
¿En cuántas ocasiones nos hemos sentido angustiados, intranquilos, ansiosos?  Porque a mí me ha pasado un sin número de veces, sin embargo, la mayoría de las veces no permito que lo que me esté causando temor o angustia me venza, pues como nos recuerdan las escrituras en Proverbios 24:10 TLAQuien se rinde ante un problema, no demuestra fuerza ni carácter”. 
Sin embargo, en una ocasión no fue así.  Fue durante unas vacaciones familiares en la que supuse que disfrutaríamos por una semana fuera estrés y agobio, pero lamentablemente la angustia se apoderó de mí comenzando la semana. Esa angustia emocional que se entremezcla con la ansiedad, el miedo irreal y la sensación de peligro o como le llamarían médicamente un ataque de pánico. Por un momento me sentí incapaz, sin fuerzas y sin saber qué hacer en medio de la noche.  Eran las 3:00 am y decidí levantarme de la cama, me encerré en el baño y comencé a orar.  Oré intensamente para que Dios me ayudara a entender que no había nada que temer y como nos dice 2 Samuel 22:7 TLA “lleno de angustia llamé a mi Dios”. No recuerdo por cuánto tiempo me mantuve en oración, pero al terminar, intenté identificar qué debía hacer para evitar sentirme nuevamente de la misma manera. Tal vez salir a caminar para distraer la mente o ver televisión, pero luego de analizar la hora y entender que debía respetar el sueño de mi familia opté en no hacerlo. Recordé que había llevado conmigo un libro de la autora Peggy Joyce Ruth y decidí comenzar a leerlo. Al inicio de la lectura me topé con el Salmo 91 el cual se encuentra justamente en la primera página del libro… “1 El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente. 2 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. 3 Él te librará del lazo del cazador, De la peste destructora. 4 Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro…” y al leer el versículo 4, lo releí nuevamente y reflexione en su significado. “Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro” y entendí que Dios estaba respondiendo mi oración. “…él me escuchó desde su templo; ¡mi oración llegó hasta sus oídos! (2 Samuel 22:7 TLA). ¡Qué grande es mi Dios! 
Vivimos en un mundo con un alto nivel de estrés, el cual se incrementa con todas las preocupaciones que nos rodean (familia, trabajo, presiones financieras y sociales), pero sobre todo en estos momentos de pandemia donde las angustias se quieren apoderar de nuestros pensamientos. No importa en qué angustia nos encontremos siempre debemos buscar refugio y amparo en nuestro Señor mediante la biblia y la oración.  Por lo tanto, es vital que podamos entender lo que nos dice las sagradas escrituras “Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo” Salmo 23:4 RVR1960.  Que bendecidos somos en poder contar con alguien que nos de su protección, consuelo y cuidado en todo momento.
Tarea para hoy: leer y meditar Salmo 91: 1-16 para así comprender que el Señor es nuestro refugio y descansar con la seguridad en que nunca seremos abandonado por él.  ¡Bendiciones! 
“En los momentos débiles y dolorosos Dios es tu roca, tu refugio, tu fuerza, tu consuelo y apoyo.”

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