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Y Aprendí a No Preocuparme por el Mañana

Aprendí a no preocuparme
Picture of Yadira Campis & Jaime Medina

Yadira Campis & Jaime Medina

No se preocupen por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo para preocuparse. Cada día tiene bastante con sus propios problemas”
– Mateo 6:34 DHH
“Padeces del Síndrome de la super mamá”, fueron las palabras de la pediatra de mis hijos en una de nuestras visitas rutinarias. “Tienes que dejar de querer hacerlo todo, pensar que eres capaz de hacer todo, sin ayuda” continúo diciendo. “Disfrútate tus gemelos, no caigas en desesperación. Vive día a día. No te preocupes por el mañana, por lo que puedas hacer o no hacer. Si ellos duermen, descansa tú también. No te obligues a continuar lactándolos, si no puedes no lo hagas, yo te aseguro que ellos no van a morir” también agregó.
Para los que desconocen, el Síndrome de la super mamá es cuando las madres pretenden y quieren hacerlo todo a la perfección y este síndrome lo sufren mayormente las madres latinas. Para mí, los primeros meses de vida de mis hijos fueron unos sumamente especiales, pero a su vez agobiantes, pues mi vida dio un giro de 180 grados. De solo llevar el rol de esposa y profesional, luego de muchos años le añadí un rol más a mi vida: el ser madre y por supuesto no quería fallar en ninguno. Por eso cuando la pediatra me habló, me di cuenta de inmediato que ella tenía la razón. En lugar de disfrutarme el momento, vivía apresurada pensando en el futuro. En todas las cosas que debía hacer, sin apenas haber terminado las que estaba haciendo. Yo quería ser la perfecta esposa, perfecta madre y una profesional ejemplar. 
A mi juicio, todos (hombre y mujeres) poseemos ciertas características de este síndrome. Vivimos afanados y desesperados por el mañana, en lugar de vivir el ahora. Vivimos preocupados de cómo resultará todo, en vez de dejarnos guiar por el Señor. La palabra nos enseña a evitar los extremos y se nos ha dado el fruto del dominio propio. Basta con analizar los versículos 25-34, capítulo 6 del libro de Mateo 6 (DHH) para entender que no debemos dejar que las emociones controlen nuestras vidas. Asimismo, se nos habla de lo que es básico y esencial en la vida, pero que no debemos afanarnos por adquirirlas.  
Los que son padres comprenden que nuestras vidas las llevamos en un patín (de una manera acelerada y apresurada), sin embargo aprendí a tener autocontrol. Aprendí a cumplir a la perfección con mis deberes de madre, esposa y profesional, pero sin llegar al punto de afanarme por el mañana. Gracias a la ayuda de mi Padre Celestial he desempeñado mis roles sin fallar y sin consumirme en vida, y todo lo que me da insomnio aprendí a dejarlo en las manos de Dios y esperar su respuesta. Le agradezco diariamente al Señor que nunca ha dejado de protegernos, ni de proveernos todas nuestras necesidades básicas. Todo lo demás llegará si es necesario. En conclusión, aprendí que mi paz mental y reposo físico sobrepasa todo… Bendiciones   
A continuación, te invito a que leas y analices Mateo 6: 25-34 (DHH):
25 »Por lo tanto, yo les digo: No se preocupen por lo que han de comer o beber para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. ¿No vale la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? 26 Miren las aves que vuelan por el aire: no siembran ni cosechan ni guardan la cosecha en graneros; sin embargo, el Padre de ustedes que está en el cielo les da de comer. ¡Y ustedes valen más que las aves! 27 En todo caso, por mucho que uno se preocupe, ¿cómo podrá prolongar su vida ni siquiera una hora?
28 »¿Y por qué se preocupan ustedes por la ropa? Fíjense cómo crecen los lirios del campo: no trabajan ni hilan. 29 Sin embargo, les digo que ni siquiera el rey Salomón, con todo su lujo, se vestía como uno de ellos. 30 Pues si Dios viste así a la hierba, que hoy está en el campo y mañana se quema en el horno, ¡con mayor razón los vestirá a ustedes, gente falta de fe! 31 Así que no se preocupen, preguntándose: “¿Qué vamos a comer?” o “¿Qué vamos a beber?” o “¿Con qué vamos a vestirnos?” 32 Todas estas cosas son las que preocupan a los paganos, pero ustedes tienen un Padre celestial que ya sabe que las necesitan. 33 Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos y en hacer lo que es justo ante Dios, y recibirán también todas estas cosas. 34 No se preocupen por el día de mañana, porque mañana habrá tiempo para preocuparse. Cada día tiene bastante con sus propios problemas.

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