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La Familia Pertenece a Dios, Él la Creó

Una familia cristiana
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Félix Muñoz

Diácono de la Iglesia Bautista Resurrección de Kissimmee, FL

«Cristo es la cabeza de todo varón, y el varón es la cabeza de la mujer y Dios la cabeza de Cristo»
– 1 Corintios 11:3
«Hijos obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor»
– Corintios 3:20
Una familia cristiana es una familia que vive junto con Jesucristo, que cultiva una relación con él. Esto significa el entregar toda nuestra vida a él, reconociéndolo como nuestro Señor y Salvador, viviendo en obediencia a sus mandamientos y cultivando una vida de oración y adoración a él. Asistiendo a la iglesia para alabarle y aprender de su Palabra para luego ponerla por obra.
Dios es un dios de orden y estableció un orden para la familia. El orden divino es un orden de autoridad y responsabilidad como enseña la Biblia. El esposo (el padre) vive bajo la autoridad y la obediencia de Cristo y es responsable ante Cristo en cuanto a la dirección y el cuidado de la familia. La esposa (la madre) vive bajo la autoridad de su esposo y es responsable ante él por la manera en que ordena su casa y cuida de los hijos. Los hijos viven bajo la autoridad de ambos padres. Dios ha hecho que el bienestar y felicidad de la familia, dependa enteramente de la obediencia a este orden divinamente designado. Todo esto debe darse en un ambiente de amor, pues Dios nos ordena amarnos los unos a los otros (1 Ju 4:7).
Todos dentro de la familia comparten deberes y responsabilidades. Los padres, además de proveer alimento y abrigo, tienen la responsabilidad de cubrir las necesidades emocionales y espirituales de sus hijos, entre las cuales está el brindarles amor, cuidados y seguridad, ofreciéndoles un hogar estable con las comodidades apropiadas, alimento y vestido necesarios. Además, deben procurar para ellos una buena educación académica y una formación cristiana.
Es además de suma importancia para el buen desarrollo del carácter y personalidad de los niños, el disciplinarles y corregirles cuando así sea necesario. Como dice la Palabra de Dios, «Jehová al que ama castiga, como el padre al hijo a quien quiere»‘ (Pro 3:12). 
El establecer normas y reglas de conducta, asignando labores y responsabilidades a los niños de acuerdo a sus capacidades y edad, desarrollará en ellos buenos hábitos y una buena estima propia al sentirse útiles y productivos. Esto ayudará a crear en ellos un sentido de responsabilidad y deber y los llevará a ser personas trabajadoras y responsables, lo cual, a su vez, les conducirá por el camino de la rectitud, el éxito y la felicidad en la vida. Los hijos en el orden de Dios, deben obedecer y honrar a sus padres. Honrar quiere decir, no hacer nada por lo que tus padres puedan sentirse tristes o avergonzados de ti. «Honra a tu padre y a tu madre como Jehová tu Dios te ha mandado, para que sean alargados tus días y te vaya bien sobre la tierra» (Deut 5:16).       
En resumen: los padres tienen responsabilidades y deberes para con sus hijos, pero los hijos a su vez, también los tienen para con sus padres.  Así Él lo ha establecido desde el principio y para siempre mientras existan familias temerosas de Dios en la Tierra.
Oración:  Señor y Padre nuestro, gracias te damos por darnos la bendición de tener una familia. Ayúdanos a ser obedientes y responsables cumpliendo con nuestros deberes y obligaciones. Que aprendamos a realizarlos con alegría y excelencia como si fuera para Ti, Señor. En el nombre de Jesús te lo pedimos, Amén.

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