¿Cómo lo Describirías?

“Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y su gracia para conmigo no resultó vana …”

– 1 Corintios 15:10

Si un impío se le acerca y le dice “No sé nada acerca de Dios, pero me gustaría aprender sobre él”. Y te pide que le hables un poco sobre el Señor, y que le expliques quién es él, ¿Qué le dirías? ¿Cuáles son las primeras palabras que le vienen a su mente para describir a nuestro creador y padre celestial? Al comenzar la explicación debe asegurarse de que su contestación incluya el sentimiento de Dios hacia sus hijos terrenales, y que pueda describir lo que Él siente por cada uno de nosotros. Pero lo más importante es que tu contestación abra el “apetito” hacia el conocimiento por la vida cristiana del no creyente.

Dios es un Dios de gracia, sería una buena contestación. Explicándole como en su hijo vemos la plenitud de esa gracia. Las sagradas escrituras nos explican cómo Dios envió a su Hijo unigénito, Jesucristo, a este mundo para demostrar su gracia, bondad y perdón. Lo demostró enviando al Mesías a morir en la cruz, Dios hizo posible que todos los que deseen tener una relación con él puedan tenerla, en adición a que tengamos la oportunidad de recibir la salvación (Efesios 2: 8-9) y vida eterna (1 Juan 5:11).

Durante siglos hemos tenido la oportunidad de tener una relación libre y cercana con Dios y que podemos acudir a él en todo momento. Sin embargo, según las escrituras, todos los que han rechazado tener a Jesucristo como su salvador serán separados de él por toda la eternidad en el momento del juicio. Ya que han fallado y no han dado gloria al Señor, aun teniendo la oportunidad de hacerlo. 

La gracia de Dios llega por medio de la fe y la aceptación del sacrificio que Jesús hizo por la humanidad. Teniendo claro que ésta no se puede obtener a través de una religión. Crecer en la gracia es incrementar nuestro conocimiento de Dios, y el poder que el Espíritu Santo deposita en el corazón de cada uno de nosotros, los creyentes. 

¿Cuáles son los beneficios de la gracia de Dios?

• La gracia de Dios nos transforma (Tito 2: 11-12), 

• La gracia de Dios es para todos y no tiene límites.

• La gracia de Dios nos permite acercarnos más a él (Hebreos 4:16)

• La gracia de Dios es gratis para nosotros, pero le costó la vida a Jesús.

• La gracia de Dios nos ayuda a obedecer a Dios en nuestro diario vivir, y nos hace vivir con honradez, conciencia limpia y con espíritu de verdad.

Oremos, Señor estamos conscientes que la gracia es un regalo que viene de ti y anhelamos vivir en ella y en tu voluntad cada día de nuestras vidas. Te suplicamos que nos ayudes a vivir una vida siempre en gracia y enfocada en servirte a ti y a los demás pues nuestro mayor deseo es ser un mejor ser humano cada día de nuestra existencia. Que podamos seguir siendo los mensajeros de tu palabra y anunciando tu nombre por toda la humanidad.  Te lo pedimos en el nombre de Jesucristo, Señor nuestro, Amén… Bendiciones  

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