De los Escombros Reconstruiremos un Muro Firme

«¿Qué cree que está haciendo este pobre y debilucho grupo …? … ¿Realmente creen que pueden hacer algo con piedras rescatadas de un montón de escombros, y para colmo piedras calcinadas?».

– Nehemías 4:2 (NTV)

Nehemías 4:1-6 (NTV)

Los enemigos se oponen a la reconstrucción

4 [a]Cuando Sanbalat se enteró de que estábamos reconstruyendo la muralla, se enojó muchísimo. Se puso furioso y se burló de los judíos, 2 diciendo ante sus amigos y los oficiales del ejército de Samaria: «¿Qué cree que está haciendo este pobre y debilucho grupo de judíos? ¿Acaso creen que pueden construir la muralla en un día por tan solo ofrecer unos cuantos sacrificios? [b] ¿Realmente creen que pueden hacer algo con piedras rescatadas de un montón de escombros, y para colmo piedras calcinadas?».

3 Tobías, el amonita, que estaba a su lado, comentó: «¡Esa muralla se vendría abajo si tan siquiera un zorro caminara sobre ella!».

4 Entonces oré: «Escúchanos, Dios nuestro, porque se burlan de nosotros. ¡Que sus burlas recaigan sobre sus propias cabezas, y que ellos mismos sean llevados cautivos a una tierra extraña! 5 No pases por alto su culpa. No borres sus pecados, porque han provocado tu enojo delante de[c] los que construyen la muralla».

6 Por fin se completó la muralla alrededor de toda la ciudad hasta la mitad de su altura, porque el pueblo había trabajado con entusiasmo.

Sería suficiente leer esta parte de la historia de Nehemías para ser ministrados a través de esta poderosa palabra. 

¿Cuántos de nosotros hemos tenido experiencias donde el mundo se nos viene abajo; donde la esperanza queda en el olvido y el desánimo invade nuestro ser?  

En realidad, esa es la forma en que el enemigo de nuestras almas opera: en la desesperanza, el desánimo y la duda.  El enemigo trata de tomar ventaja en esos momentos donde nos encontramos en las ruinas de nuestra vida y nos vemos reducido a escombros a causa de un evento extraordinario e inesperado que nos lanza al piso de bruces.  

Nehemías tipifica al Dios Poderoso en batallas.  

Dios es experto en reconstrucción.   Sanbalat y Tobías protagonizan el rol de la duda, el desánimo y la burla.  Un libreto escrito por el padre de mentiras, experto en quebrantar y robar sueños.  Ese enemigo anhela y trabaja, todos los días, para que el propósito de Dios para nuestras vidas no venga a la existencia. 

El que vive acusándote y tentándote es el enemigo de tu alma, no Dios.

Recientemente hemos visto como casas han sido derrumbadas, por recomendación de ingenieros, que han tenido a su cargo la decisión de determinar si las casas que sufrieron daños a causa de los sismos ocurridos recientemente en PR deben ser reconstruidas o derrumbadas.   Eventos inesperados, como estos, han lanzado al piso, tal vez, el esfuerzo de toda una vida de trabajo.  Muchos se han desanimado y han abandonado el país; otros han decidido construir, pero han desechado los escombros y han comenzado un nuevo proyecto de vivienda.  

Lo interesante de la palabra que estamos tocando hoy es, que la materia prima que Nehemías utilizó fue precisamente los escombros, las ruinas y lo calcinado.  

Espiritualmente venimos proféticamente, declarando en el nombre de Jesús, que de los escombros y las piedras calcinadas que quedaron de tu experiencia, a tu juicio negativa, Dios levantará un muro fuerte y firme que será muro de protección, testimonio, esperanza y vida a tu familia, y a todo el que conoció tu estado y condición.  Es un tiempo de restablecimiento y para que esto se dé tiene que haber ruinas.  Es un tiempo de reconstrucción y aún con las voces de la desesperanza, el propósito de Dios vendrá a la existencia.

Seremos bendecidos, restablecidos, reconstruidos, levantados y llevados a un nuevo proyecto.  Lo más increíble es que seremos transformados de nuestros propios escombros y piedras calcinadas.  De nuestras frustraciones, tristezas, quebrantamiento, justamente de ahí, se levantará un muro de protección.

¿Escojamos hoy a quien imitar?  ¿Imitaremos a Nehemías o a Sanbalat y Tobías? Nehemías era un hombre de visión y esperanza.  Sanbalat y Tobías eran hombres llenos de palabras negativas, falta de visión y carentes de ideas de transformación.

Hablemos, trabajemos y vivamos de acuerdo con la esperanza.  

Vivamos de acuerdo con la transformación.

Vivamos con una visión tomada de las experiencias que Dios dispone para nuestro crecimiento y fortalecimiento.  

Que tu disposición aleje la duda y que tu esfuerzo y entusiasmo apague las voces del desánimo.  

Hoy, más que nunca, necesitamos que se levanten Nehemías con una obediencia clara y determinante a hacer la voluntad de Dios.  Estimulados a trabajar juntos en la reconstrucción de la fe y la esperanza, en medio de los tiempos que nos han tocado vivir. 

Dios nos invita a juntos levantar muros fuertes de valores y esperanza donde hay desolación y desánimo.

Reflexión Recomendada: Dios También Opera a Través de la Tristeza