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Los Sueños, Sueños Son

Los sueños NO son metas
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Yadira Campis & Jaime Medina

“Encomienda a Jehová tus obras, y tus pensamientos serán afirmados”                                          
– Proverbios 16.3
Tómese unos minutos para hacer un listado de sus metas… 
Analícelas. ¿Es un listado largo, o un listado corto? ¿Para cuántas de esas metas está usted trabajando? 
¿Para ninguna? Entonces puede decir que todas esas metas quedarán como un sueño que usted tuvo.
Sueños y metas no son lo mismo, y es algo que le estuvimos explicando a nuestra hija. Nuestros hijos, como la mayoría de los seres humanos, sueñan con muchas cosas. Ella, por ejemplo, sueña con ser aceptada en X universidad y poder jugar en el equipo de dicha universidad. También sueña en convertirse en una de las mejores jugadoras en la posición que juega, etcétera. Así que una de las preguntas de nuestra conversación fue, ¿cuántos de esos sueños estás tratando de convertirlos en metas y así trabajar duro para alcanzarlas? 
Un sueño es un anhelo, es algo con lo que fantaseamos, que nos imaginamos, y que probablemente nunca llegará a ocurrir. Son normalmente deseos idealizados. Los sueños NO son metas. Los sueños son como las semillas de las metas, que necesitan ser organizadas con sus objetivos y dirección, para ser alcanzadas.
Una meta es algo que planificamos, donde nos fijamos un plan en el que trabajaremos. En ocasiones esa meta puede tomar días, y en ocasiones puede tomar años. Así mismo nos instruye Proverbios 21:5Cuando las cosas se piensan bien, el resultado es provechoso. Cuando se hacen a la carrera, el resultado es desastroso”. Las personas con metas son diferentes a las que no las tienen.
Todos tenemos sueños, ya sean a nivel personal, familiar, profesional, espiritual, económico o social. Ahora la interrogante es, ¿en cuántos de esos sueños estamos trabajando para plasmarlos en metas? 
Establecer metas en nuestras vidas tiene muchos beneficios positivos:
  • Las metas nos ayudan a tener sentido de dirección,
  • Las metas nos ayudan a tener entusiasmo por la vida,
  • Las metas nos ayudan a enfocar nuestros esfuerzos, 
  • Las metas nos ayudan a tener un fuerte sentido de propósito, valor y aprecio,
  • Las metas nos ayudan a tener una vida activa y creativa.
Sean cuales sean nuestros sueños, comencemos a trabajar para convertirlos en metas, a corto y largo plazo. ¡Pero ojo, cuidado con lo que te propones! La Palabra de Dios nos advierte del peligro de tener metas sin la perspectiva de Dios.
 A continuación, recomendaciones que debemos llevar a cabo a la hora de convertir nuestros sueños en metas; 
  • Pedirle al Señor para que nos guíe cuando establezcamos nuestras metas, 
  • Luego, encomendarlas a Dios y ponerlas en oración. 
  • Esperar el tiempo necesario (todo al tiempo de Dios).
  • No frustrarse si no se dan, tal vez no sea el momento de Dios.
  • Orar y pedir a Dios sabiduría y dirección.
Recuerda:
Tus sueños y metas van de la mano, sólo necesitas trabajarlos para volverlos realidad. 
Bendiciones

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