Salmos 138

Jehová cumplirá su propósito en mí; Tu misericordia, oh Jehová, es para siempre; No desampares la obra de tus manos.

– Salmos 138:8

Comienzo esta reflexión con varias preguntas: ¿Has tratado en algún momento de tu vida de huir de las instrucciones o mandatos de Dios? ¿Has ignorado o evitado cumplir con algo que Dios ha puesto en tu corazón hacer? ¿Al no cumplir con el mandato de Dios, te has siento culpable o con remordimientos por haberle fallado?

Jonás era un profeta de Dios, intentó huir y de ignorar las instrucciones de Dios y sufrió las consecuencias de su desobediencia. Jehová le habló a Jonás muy claramente y como Profeta de Dios le dio una encomienda.  Él le tenía que hablar a un pueblo rebelde y perdido (Nínive), decirle la decisión que Dios había tomado a favor de ellos.  Dios los iba a destruir por sus pecados. 

Jonás 1:2 Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí.

Jonás conociendo muy bien a Dios, decidió tomar otro rumbo.  Pensó que tenía un plan mejor que el de Dios.  Jonás halló una nave que partía para Tarsis, pago su pasaje, entró en ella para irse lejos de la presencia de Jehová.  Bajó al interior de la nave, y se echó a dormir sin ninguna preocupación. Se desató una gran tormenta y la tripulación del barco tomó a Jonás, y lo echaron al mar; y el mar se aquietó de su furor.  Como castigo Dios tenía un gran pez preparado para Jonás.

Jonás 1:17 Pero Jehová tenía preparado un gran pez que tragase a Jonás; y estuvo Jonás en el vientre del pez tres días y tres noches.

Jonás sabía que Dios amaba a la humanidad y que eso no le permitiría destruir a Nínive. Al igual que Jonás muchas veces juzgamos a otros pensando que ellos merecen ser castigos y que no tienen derecho de arrepentirse de sus malos caminos. O nos enojamos como Jonás cuando vemos que Dios extiende su misericordia hacia ellos. 

Jonás 3:10 Y vio Dios lo que hicieron, que se convirtieron de su mal camino; y se arrepintió del mal que había dicho que les haría, y no lo hizo.

No seas rebelde siguiendo tus propios planes, porque tarde o temprano, Dios cumplirá su propósito en tu vida.  La desobediencia tiene sus consecuencias que no son buenas. 

Cuando eras pequeño y no obedecías a tus padres, sabias que el resultado de dicho acto era sufrir un castigo.  Cada acto negativo tiene su resultado negativo, por esa razón Dios al que ama castiga para que su alma no ser pierda.    

Proverbios 3:12

Porque Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo a quien quiere.

Jonás comprendió que no se puede huir de la presencia de Dios. Fue a Nínive y cumplió con el mandato de Dios. No perdamos el tiempo huyendo. No suframos las consecuencias de nuestra desobediencia por no seguir las instrucciones de Dios. Se sabio y entendido porque Dios se agrada de la obediencia de sus hijos.  

1 Samuel 15:22

Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.

Hechos 5:29

Respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: 

Es necesario obedecer a Dios antes que a los hombres.

Señor, no desampares la obra de tus manos. 

Bendiciones para todos. 

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