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Una Decisión de un Segundo te Puede Cambiar la Vida

Una decisión te puede cambiar la vida.
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Dra. Moraima De Hoyos-Ruperto

«Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al ungüento del perfumador; así una pequeña locura, al que es estimado por sabio y honorable.»
– Eclesiastés 10:1
La vida del ser humano es tan compleja que un acto, que puede tomar menos de un segundo, puede cambiarnos totalmente la vida.   Es por ello por lo que debemos ser cuidadosos de nuestras acciones en todo momento.  Particularmente, aquellas que pudieran afectar lo más preciado de nuestras vidas; la salvación.
En Éxodo 30:25 dice: Y harás de ello el aceite de la santa unción, mezcla de perfume, obra de perfumador; será aceite de santa unción.   
En el tiempo de Moisés, el aceite de la unción era un perfume hecho por un especialista en las esencias aromáticas con aceite de oliva virgen.  El perfume contenía una serie de extractos vegetales y aceites esenciales que quienes las han estudiado en detalle reconocen su excelencia y valor, no sólo dentro de lo espiritual sino de los poderes aromáticos que contiene.   
Dios cómo el gran perfumador nos dio un perfume para que todos los que se nos acerque lo reconozcan y nos diferencien.  Llevamos el perfume del Gran perfumador, Dios, a través de la unción por medio de su Espíritu Santo.  Quizás no utilizamos físicamente un perfume o la esencia dada a Moisés, pero de igual forma hemos sido ungidos por Él.  Es por ello por lo que debe ser notable e impactante, al igual como lo era el aceite de la santa unción en el tiempo de Moisés.
Tenemos que oler a Cristo. Tenemos que ser sabios y honorables ante las demás personas, porque llevamos el perfume del Gran perfumador. 
Eclesiastés 10:1 nos advierte que debemos tener cuidado con las moscas muertas que echan a perder el mejor perfume.  Debo mencionar que no sólo dañan el perfume sino también dañan el mejor vino.   
Las moscas muertas hacen heder y dar mal olor al ungüento del perfumador; así una pequeña locura, al que es estimado por sabio y honorable. Eclesiastés 10:1
¿Que nos dice eso?  Debemos tener cuidado con esas pequeñas cosas, que parecen insignificantes, pero nos pueden sacar del camino correcto.  El mismo sabio lo llama: pequeñas locuras.   
Cuidado con esas pequeñas locuras, que pueden echar a perder la unción que cargamos, por medio del Espíritu Santo de Dios.   

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