¿Eres Como Todos Los Demás?
Dra. Moraima De Hoyos-Ruperto
“…de gracia recibisteis, dad de gracia.”
– Mateo 10:8
Durante esta semana he estado compartiendo diferentes reflexiones referente al llamado que Dios nos ha dado. El lunes, hablé sobre no poner excusas para cumplir nuestro llamado. El martes, te di una idea creativa de cómo cumplir tu misión sin estar parado en un púlpito. Hoy quiero preguntarte: ¿Eres egoísta?
Egoísta es una persona que piensa sólo en sí mismo. Lo más seguro me vas a contestar que no. Y me vas a decir cuanto te has sacrificado por otras personas, particularmente por tu familia. Sin embargo, voy a hacer una pregunta un poco más específica: ¿estás compartiendo el regalo que Dios te dió con todo el mundo? Me refiero al regalo de la salvación, el cual lo recibiste sin dar nada a cambio.
“…de gracia recibisteis, dad de gracia.” Mateo 10:8
Dios nos ha dado un hermoso regalo. Un regalo que trae en sí mismo esperanza, paz y confianza en que Dios está con nosotros y nos ayudará hasta el final de nuestros días. Ese regalo, también, incluye la certeza de que una vez pasemos de esta vida terrenal viviremos en un lugar mejor por la eternidad. Entonces, ¿por qué no compartir estas buenas noticias y este gran regalo? ¿Acaso tu compañero de trabajo, vecino, amigo, no necesita paz, esperanza, amor y todas las demás cosas que nos brinda Dios? Estoy segura que si. Entonces, preséntale a Cristo. No una religión, esa la escogerá la persona. Tu responsabilidad es hablarle de Jesus.
Predicar de Cristo es un privilegio. ¡Atesoralo!
“Por la gracia y el gran poder de Dios, se me ha dado el privilegio de servirlo anunciando esta Buena Noticia.”
Efesios 3:7 NTV
Dios nos hace un llamado a ocuparnos de lo que es importante para él. No seamos como todos los demás. Seamos como Timoteo que se dedicó a lo importante; a predicar las Buenas Nuevas de Jesucristo.
“Todos los demás solo se ocupan de sí mismos y no de lo que es importante para Jesucristo, pero ustedes saben cómo Timoteo ha dado muestras de lo que es. Como un hijo con su padre, él ha servido a mi lado en la predicación de la Buena Noticia.”
Filipenses 2:21-22 NTV
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