Religión «Versus» Relación
Maribel Malavé Morales
“Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios.”
– Miqueas: 6:8
Llevo días con este tema dándome vueltas en la cabeza, por lo cual de ello surge ésta reflexión. Me di a la tarea de buscar la definición de ambas palabras:
Religión:
Es un conjunto de creencias o principios, personales o institucionales profundamente sostenidos.
Relación:
Correspondencia o conexión que hay entre dos o más cosas.
Según estas definiciones pueden haber personas que profesan una religión, pero pueden carecer de una relación. La Biblia no dice que Jesús aborrece la religión, lo que dice es que Dios aborrece la falsa religión.
Incluso Jesús llama a los Fariseos (que era un grupo o movimiento político social y religioso de los tiempos de Jesús) con una variedad de nombres denigrantes tales como: hipócritas, guías de ciegos, serpientes, hasta camada de víboras. (Mateo 23:13-28) Cuando Jesús se refiere a los Fariseos revela que no es la religión el problema, sino la hipocresía y sus consecuencias.
Muchas veces las personas nos juzgan porque decimos que somos religiosos, pero nuestras acciones dicen todo lo contrario. Esto lo que muestra es la falta de una relación con Dios. Hay personas que solo viven aparentando que son religiosos, porque piensan que al cumplir con los dogmas o doctrinas de la iglesia ya están completos. Pero, Jesús como intermediario nos llama a una relación más profunda con el Padre. Inclusive nos dice que él está intercediendo por nosotros ante el Padre si fallamos.
«Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo» (1 Juan 2:1)
La verdadera religión puede resumirse en las palabras sabias de Miqueas: 6:8
“Ya se te ha dicho lo que de ti espera el Señor: Practicar la justicia, amar la misericordia, y humillarte ante tu Dios.”
La última parte de este verso menciona la humillación, que es a donde te quiero llevar. La humillación es la que nos permite reconocer nuestras faltas y pedir la ayuda de Dios. Es la humillación la que nos permite tener una relación más íntima con el Señor.
El libro de Santiago 1:27 añade que “La religión pura y sin mancha delante de Dios nuestro Padre es ésta: Atender a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones, y conservarse limpio de la corrupción del mundo.”
El deseo del corazón del hombre es buscar algo a lo que pueda servir. Lamentablemente, muchos buscan llenar ese vacío en otras cosas de éste mundo que están muy lejos del creador.
La verdadera religión ocurre cuando el evangelio se arraiga en el corazón de una persona. Cuando eso sucede, los deseos cambian. En vez de intentar encontrar satisfacción en dioses que no responden, en cosas efímeras de este mundo, o en querer cumplir con los programas y normas de una religión o instituciones, los creyentes verdaderos encuentran satisfacción, alegría y paz en relación con Dios y su promesa de vida eterna.
Para que fluya correctamente, ambas palabras – Religión y Relación- deben ir tomadas de la mano. Si existe una religión en tí, es necesario crear una relación con el creador, si no, no va haber crecimiento en tu vida y solamente serás un religioso más del «montón » y nada más.
Seríamos como unos sepulcros blanqueados como dice Mateo 23:27
“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas!, porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera lucen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia.”
Debemos reflejar con nuestros actos que no se trata de una religión solamente, sino de buscar establecer una relación más íntima cada día con el Padre Celestial.
Bendiciones
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