En Lugar de Contarlas, Ora Por Ellas

“…oren también por nosotros”.

– 1 Tesalonicenses 5:25

Tengo una amiga que padece de insomnio crónico y durante uno de sus frecuentes desvelos escribió en su red social que sentía deseos de irse a una de esas megatiendas abiertas 24 horas para “matar el tiempo” en lo que amanecía. Varias de sus amistades que se encontraban despiertas a esa hora, comenzaron a recomendarles diferentes remedios caseros que la podían ayudar a dormir, mientras otras, con ánimo de brindarle un poco de humor, se ofrecieron acompañarla de compras.  

Sin embargo, una amiga le recomendó algo que me llamó mucho la atención. Le explicó que hace muchos años comenzó a tener el mismo problema de insomnio, y como remedio comenzó a contar ovejas. Hasta que en algún momento se preguntó a si misma: ¿y por qué en lugar de contarlas mejor no oro por ellas?  Comenzó a hacerlo hasta que se convirtió en tiempo de intersección. 

Las Escrituras animan al pueblo de Jehová a orar unos por otros, y todos sabemos que las oraciones tienen efecto. Una oración hecha con fe hará que el enfermo se levante, el débil no caiga en la tentación, el pecador se arrepienta, o aquellos que no están en Su camino puedan entender que solo en Jesús hay vida eterna. Jesús inclusive nos ordena que oremos también por nuestros enemigos. La realidad es que tenemos tantos conocidos a nuestro alrededor por quienes debemos orar que ni las más infinitas noches de insomnio nos daría abasto.  

Hacer una oración de intercesión a Dios por otros, es una característica de un verdadero cristiano. Es un maravilloso gesto que otros oraren privadamente a Dios por nosotros y/o nosotros hacerlo privadamente por los demás. Entonces, que mejor momento para hacerlo que cuando el insomnio se apodere de nuestro sueño. Así que, de ahora en adelante en lugar de contar ovejas, oremos por ellas… Bendiciones    

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