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¿A Quién le Debes lo que Tienes?
Yadira Campis & Jaime Medina
“Vanidad de vanidades, dice el Predicador, vanidad de vanidades, todo es vanidad.”
– Eclesiastés 1:2
“…Vanidad de vanidades, todo es vanidad” así dice el 2do versículo del primer capítulo del libro de Eclesiastés. La versión DHH lo traduce como “¡Vana ilusión, vana ilusión! ¡Todo es vana ilusión!”. Al meditar en este versículo son muchas cosas las que vienen a mi mente sobre la vida que muchas personas desean vivir en estos tiempos. El libro de Eclesiastés es un libro de perspectiva y también es uno de los libros sapienciales del Antiguo Testamento. Las enseñanzas que Dios nos ofrece a través de este libro son de sabiduría y uno de los temas que se enfatiza es la vanidad.
La vanidad es sinónimo de engreimiento, jactancia o presunción. La palabra vanidad aparece en varias ocasiones en el libro de Eclesiastés y se le da el significado de transitorio o pasajero. Es decir, el autor se refiere a que todas las cosas que viven bajo el sol se acabarán, nada es eterno. Entonces me pregunto ¿porque existirán tantos vanidosos en el mundo? ¿Qué buscarán los individuos que se la pasan halagándose en todo momento y lugar para llamar la atención de todo el que le rodea? Cuando la realidad es que nada de lo que poseen será eterno. Pienso y opino que los vanidosos viven una vida vacía, insegura y sin propósito. ¿Qué sentido tiene para el hombre hacer las cosas por vanagloria? (Filipenses 2:3). Aunque entiendo que, en ocasiones es indispensable el reconocimiento o el ser reconocido, no me explico por qué hay personas que requieren de un reconocimiento en todo momento. Como pareja no nos gusta ser, como le llamamos en ocasiones “show off” o sea pararnos en las esquinas a divulgar todo lo que poseemos o hemos logrado. Preferimos hacer las cosas en el anonimato, que no sepa la mano izquierda lo que hace la derecha (Mateo 6: 3-4). Elegimos darle la Gloria y Honra a Dios de lo que hemos logrado. ¡Esa es nuestra mayor recompensa!
El ser humano ha tratado por años (y de muchas maneras) de ser feliz, pero sin Dios. Diariamente existen millones de personas que intentan lograrlo todos los días. Si tan solo se dieran cuenta que las riquezas y la comodidad no crean un ambiente de satisfacción. Son unos insensatos los que piensan que todo el éxito que tienen se debe única y exclusivamente porque ellos así lo han logrado y que nunca perderán todo lo que han logrado. Si estudiaran un poco más las Sagradas Escrituras comprenderían que todo, absolutamente todo lo que sucede es porque así el Señor lo ha permitido. Solo Él quita la vida y la da, solo Él nos hace pobres o ricos; solo Él nos hace caer y nos levanta (1 Samuel 2:6-7 ). Cuando algo pasa, es porque el Señor lo ha ordenado (Lamentaciones 3:37 ).
En varias ocasiones vi un comediante puertorriqueño imitando a un reportero ancla que diariamente despide las noticias con la frase “nos veremos mañana si el Divino Creador así lo permite”, honestamente la imitación me causó simpatía, pero la realidad es que la frase del reportero tiene mucho sentido. De no ser que el Divino Creador lo permita, no lo podríamos volver a ver. No importa el poder o la fama del reportero, la realidad es que ni él ni nadie tiene el control del futuro, sólo Dios. En una ocasión me llamó la atención que nuestra hija quería pedirme que fuéramos a un sitio y me dijo “Si se puede y el Señor lo permite, el sábado podemos ir a …” Ella estaba en lo correcto, esos eran sus planes, pero no sabía si también eran los del Señor. El ser humano no tiene el control absoluto de su vida, y me alegró mucho saber que mi hija lo entienda, Bendiciones
¡No caigas en la vanidad de este mundo, déjalo todo en las manos del Señor!
Jaime & Yadira
Reflexión Anterior de Jaime & Yadira: El Valor de tu Tiempo a Solas
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