Aprendiendo a Identificar la Amargura

Mientras orábamos para presentar este proyecto, Dios trajo a mi memoria la palabra escrita en el libro de Rut, un libro muy corto, pero con mucho contenido para aplicar a nuestra vida, demasiada información para 4 capítulos, demasiadas enseñanzas para nuestro diario vivir, demasiados temas para corregir errores y no volverlos a repetir… Tal vez esta sea la primera de tantas veces que pasearemos por este libro, buscando datos que nos ayuden a ser mejores personas e identificar errores repetidos una y otra vez…

Voy a resumir solo una parte de esta palabra, comienza este libro con la historia de una pareja, Elimelec y Noemi, cabe señalar que ellos vivían en Belén, y Belén era conocida como “la casa del pan”.  Ummm, analizando, viene hambre en toda la tierra, el lugar donde vivo es alcanzado, me apresuro, no consulto con Dios, no evalúo mi condición, la familia, dos hijos, una esposa, tal vez bienes adquiridos (la palabra no lo registra, pero una familia donde hay 4 personas, en algún lugar viven, duermen, comen, hacen su vida), y me fui a los campos de Moab?

¿Alguna vez escuchaste el dicho, “cambiaste chinas por botellas?” ¿Alguna vez en tu apresuramiento, tomaste decisiones sin consultar con Dios? ¿Realmente evaluaste las alternativas? ¿Mediste consecuencias de tus actos? ¿Te dejaste llevar por las circunstancias o por otra persona de autoridad y no evaluaste tus decisiones? ¿Buscaste a quien culpar? ¿Evadiste tu responsabilidad en el proceso? ¿Culpaste a Dios?

¿Culpaste a Dios?, claro, es lo más cómodo y fácil, incluso, adaptamos la palabra para validar nuestros argumentos, creamos todo un diagrama, desde el día de nuestro nacimiento y reclamamos todos los derechos para sostener nuestra defensa; olvidamos los detalles y terminamos ante la falta de respuestas y dolor acumulado, amargando nuestro ser…

¿Te estás identificando?  A mí me pasó. Olvidé en el camino que toda decisión trae consecuencias, me amparé en mi propia prudencia, abandoné mi llamado y enterré las promesas que Dios me había hecho… Como consecuencias me enfrenté a un doloroso divorcio, viví la dolorosa experiencia de un aborto, luego de estar 5 meses de gestación, lidié con un hijo con condiciones especiales y todo esto amargada en mi caminar….

Bajo la desesperación, miramos a nuestro alrededor y rogamos a Dios por una salida, pero cuando esta no llega en el tiempo que deseamos nos cansamos y nos fijamos en lo natural, vemos que más allá hay cabras robustas, vemos granos y abundancia y en medio del tiempo de dificultad vamos tras lo que nuestros ojos ven y no basados en lo que Dios quiere para nosotros… Moab, es territorio ante la vista fértil y lleno de abundancia, pero espiritualmente es un pueblo idolatra, alejado de Dios, carente de valores y el escenario de la amargura….

Una gran enseñanza que tiene este libro es la importancia de escoger los nombres para nuestros hijos, quiero que sepas que el mundo espiritual es muy amplio y los nombres marcan nuestra historia, Rut nombro a sus hijos como Mahlon y Quelion; el significado de sus nombres era enfermizo, débil, decaído…. Ellos murieron jóvenes…  ¿Entiendes esto? Los nombres marcan nuestra historia y tienen propósitos…

La muerte de su esposo Elimelec y de sus dos hijos, dejándola totalmente desamparada, desprovista y lejos de su hogar fueron el balance perfecto para crear amargura en la vida de Noemi.

Quiero que hagas una introspección y busques si hay alguna situación que ha cargado tu vida de amargura, en el próximo escrito continuaremos con este tema…

Leer: Rut 1: 1-5

Oremos: Por nuestras decisiones pasadas y cancela toda mala acción o palabra, nombre con que marcaste tu familia, tu territorio… Ej. Nombre de tus hijos, a mi hijo su papa lo llamo Bryan, porque era fanático del cantante de rock Bryan Adams…. hemos cancelado en oración todo lo negativo que pudo venir acompañado de ese nombre.