Maribel Malavé Morales
«Y aunque tu principio haya sido pequeño, tu postrer estado será muy grande»
– Job 8:7
Pienso que no existe nadie en el mundo que no haya experimentado la sensación de haber fracasado.
Aún más cuando nos fijamos metas y el resultado no es lo que esperábamos. Cuando esto nos sucede comenzamos a claudicar, pelearnos a nosotros mismos y hasta con Dios. Comenzamos a hacer expresiones como: ¿porque a mí todo le sale mal?, nunca lo lograré, ya Dios ni me escucha, … en fin muchísimos comentarios sin respuesta.
«Yo espero que entiendas que Dios no nos creó para estar en el suelo, si no para estar en las alturas»
-Habacuc 3:19
«porque los pensamientos de Él son para bien y no para mal»
-Jeremías 29:11
Debemos recordar que el fracaso no es el final y tampoco será para siempre. Cada cosa que nos sucede en la vida, aunque en el momento la veamos como negativa, es parte de nuestras etapas, que nos ayudan a nuestro crecimiento, tanto personal como espiritual.
¡Hay esperanza! Nuestro Dios es Dios de transiciones y Él se glorificará en tí a pesar de todo.
Vemos a Job que lo experimentó cuando dijo:
- Job 17:11 mis días han pasado, se deshicieron mis planes, los deseos de mi corazón.
- Job 19:8 Él ha amurallado mi camino y no puedo pasar, y ha puesto tinieblas en mis sendas.
- Job 6:11 ¿Cuál es mi fuerza, para que yo espere, y cuál es mi fin, para que yo resista?
Si leemos toda su historia, sabemos que hubo una gran transición en su vida. A pesar de todo lo negativo que él experimentó, podemos ver un final victorioso como dice:
Y aunque tu principio haya sido pequeño, tu postrer estado será muy grande.
Job 8:7
¡Poderoso!
Así que, no te rindas y dile «NO al sentimiento de fracaso».
Los hijos de Dios, no hemos sido llamados a fracasar, sino a escalar, crecer y aún en medio de la adversidad salir triunfantes.
Bendiciones🙏
Excelente reflexión!
Dios está y lo estará siempre.
Amén!! Bendiciones