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Eben-ezer

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Nilsa Santiago Castro

“Hasta aquí nos ayudó Jehová”
-1 Samuel 7:12
La palabra eben-ezer en hebreo significa: “Piedra de auxilio” o “Piedra de ayuda”.
¿Cuántos pueden decir; Eben-ezer, Hasta aquí nos ayudó Jehová?  Los momentos de Eben-ezer son momentos en los que sabes, sin lugar a duda, que Dios ha intervenido en tu vida. 
La Biblia nos relata que el profeta Samuel en 1 Samuel 7:12, pronuncia estas palabras 
“Hasta aquí nos ayudó Jehová”. ¿Cuál fue la razón del Profeta para expresar esas palabras?  
La historia bíblica nos cuenta que Eben-ezer es una ciudad de Efraín donde hubo una gran batalla entre el pueblo de Israel y los filisteos.  En dicha batalla, el pueblo de Israel fue derrotado. Como resultado de esa derrota, los filisteos le quitaron el Arca de Dios al pueblo de Israel. 
1 Samuel 4:10-11 dice:  Pelearon, pues, los filisteos, e Israel fue vencido, y huyeron cada cual a sus tiendas; y fue hecha muy grande mortandad, pues cayeron de Israel treinta mil hombres de a pie. Y el arca de Dios fue tomada, y muertos los dos hijos de Elí, Ofni y Finees.
Más adelante, Dios le dio la victoria a Israel sobre los filisteos.  El Profeta Samuel entonces tomó una piedra y la puso como recordatorio de la ocasión, llamándola: 
Eben-ezer: La piedra de la ayuda… La piedra del auxilio.
Y aconteció que mientras Samuel sacrificaba el holocausto, los filisteos llegaron para pelear con los hijos de Israel. Mas Jehová tronó aquel día con gran estruendo sobre los filisteos, y los atemorizó, y fueron vencidos delante de Israel. Y saliendo los hijos de Israel de Mizpa, siguieron a los filisteos, hiriéndolos hasta abajo de Bet-car. Tomó luego Samuel una piedra y la puso entre Mizpa y Sen, y le puso por nombre Eben-ezer,[a] diciendo: Hasta aquí nos ayudó Jehová. (1 Samuel 7:10-12)
Al igual que el pueblo de Israel, nosotros los creyentes constantemente enfrentamos nuestras propias batallas.  Algunas las ganamos o las podemos perder.  Enfrentamos tanto batallas carnales como espirituales. Nombremos algunas batallas que enfrentamos: 
  1. enfermedades, 
  2. problemas económicos, 
  3. batallamos con nuestra falta de FE, y 
  4. a veces con mantener nuestro testimonio como cristiano. 
¿Quién, entonces, es nuestra piedra de auxilio y ayuda? 
Jesucristo, la piedra desechada por los hombres.
1 Pedro 2:4 dice: Acercándoos a él (Jesús), piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, más para Dios escogida y preciosa.
Jesús es nuestra piedra de ayuda. Él es fiel, siempre dispuesto a ayudarte, no importando en qué situación te encuentres. Sea que estés en enfermedad, con problemas económicos, miedo, desánimo o simplemente te sientas perdiendo la batalla, cualquiera que sea.  Todo lo que tienes que hacer es mirar a tu alrededor y podrás encontrar la piedra principal -Cristo- quien te está extendiendo su mano.
Conclusión:
Todos hemos pasado por períodos de pruebas en que sabemos que sin Dios no lo habríamos logrado. En ese momento pudimos levantar nuestro Eben-ezer y recordar que la gracia de Dios fue otorgada a nuestro favor, a través de las consecuencias y la victoria. Hoy no es la excepción. Recuerda lo que Dios ya hizo por ti y confía que lo volverá a hacer. ¡Eben-ezer!

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Nilsa Santiago Castro

Sobre la autora: Nilsa Santiago Castro

Nací en Mayagüez, Puerto Rico. Soy miembro de la Iglesia Evangélica Neo-Testamentaria de la Urb. Quinto Centenario del Pueblo de Mayagüez. Actualmente soy Diaconisa y Secretaria de nuestra congregación. Amo a Dios sobre toda las cosas porque reconozco que sin Él nada soy y nada tengo. Versículos Guía: Salmo 103: 1-2 1Bendice, alma mía, a Jehová, Y bendiga todo mi ser su santo nombre. 2 Bendice, alma mía, a Jehová, Y no olvides ninguno de sus beneficios.

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