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Dios También Opera a Través de la Tristeza

el llamado de Dios
Sandra Quiñones Barriera

Sandra Quiñones Barriera

«Haré de ti una gran nación; te bendeciré y te haré famoso, y serás una bendición para otros.»
– Génesis 12:2 NTV
Continuaremos  esta  semana  recorriendo  el libro de Nehemías. Es precisamente  en el capítulo 2:2 que se da la siguiente conversación, entre Nehemías y  el rey.
Nehemías 2:2 (NTV)
« me preguntó: — ¿Por qué te ves tan triste?  No me parece que estés enfermo; debes estar profundamente angustiado. Entonces quedé aterrado,…»
Nuestras emociones se  reflejan  en  nuestra  mirada,  voz,  proceder, e incluso  en  nuestra capacidad  de  concentrarnos.  La angustia  que  le  provocaba  la  destrucción  de  su  pueblo era notable a cualquiera que conociera a Nehemías.   Este fue el  medio  que  Dios utilizó  para que  Nehemías tuviera  el valor de  confesar lo  que  le  estaba  sucediendo.
Que maravilloso es Dios que  prepara todo  el  escenario  donde  es  Él quien dispone  las herramientas,  los  medios y  el momento  indicado  para llevar su  plan  a  cabalidad.    Nunca podemos olvidar que se trata de Él.  Él es el dueño de los tiempos.  Él es el Dios de las salidas,  de  las puertas abiertas, de  la  reconstrucción  y  restauración.   
Mirando ahora hacia atrás, a lo largo de mi vida he podido notar que  siempre  hubo  una  persona,  familiar,   líder espiritual  que  fue  levantado por Dios  para cubrir nuestra  vida  y  para bendecirla.  Alguien oró, alguien declaró, alguien lanzó palabras  de  bendición  para que  en  los  momentos de  dificultad,  Dios  nos diera  la  victoria.
Varias peticiones fueron hechas por Nehemías para poder salir de su lugar de  trabajo por un  tiempo. Le fueron concedidas no solo porque era  un  buen  empleado  y  servidor, sino por lo que la  palabra registra en Nehemías 2:8   (NTV):
8 Además, le ruego que  me  dé  una  carta  dirigida  a  Asaf,  el encargado  del  bosque  del rey,  con  instrucciones  de  suministrarme  madera.  La necesitaré para hacer vigas para las  puertas de  la  fortaleza  del templo,  para las murallas  de  la  ciudad  y  para mi  propia casa. Entonces el rey me concedió  estas  peticiones porque  la  bondadosa  mano  de  Dios estaba  sobre  mí.
Lo que realmente estaba conmoviendo al rey no  era la  situación  del lugar de procedencia  de  Nehemías.  Realmente, ¿qué le podía importar?  Nada.  La realidad es que  la  palabra quita toda  duda  de  las  motivaciones  del rey.  Lo que movía al rey era   la bondadosa  mano  de  Dios que estaba sobre Nehemías.
Que mucha gracia  y  favor alcanzaríamos si  dejásemos que  la bondadosa  mano  de  Jehová  se  posará  sobre  nuestras cabezas. Tomaríamos decisiones integras, basadas en el bien  colectivo. Seríamos más productivos y proactivos como ciudadanos. Tendríamos conciencia a la hora de actuar, porque los valores pesarían  más que  nuestros deseos  egoístas. Practicaríamos la búsqueda constante de Dios.  Buscaríamos que su mano nunca se apartará de nuestros caminos. 
Si buscáramos el motivo de la victoria de Nehemías durante su viaje, el trabajo de reconstrucción y su desagradable encuentro con Sambalat y Tobias, quienes lejos de aportar criticaban el trabajo realizado, tendríamos que entender que fue precisamente el hecho de que la mano bondadosa de Jehová estaba sobre el.
Procuremos que esa mano Santa, restauradora, edificante, sanadora, dadora de gracia este sobre nuestras vidas siempre; no en ocasiones. No solo cuando estemos en dificultad, sino ¡siempre!
Puedo ver para este tiempo como Dios llama hombres y mujeres a restaurar los muros caídos y las puertas quemadas. Como Dios levanta de los escombros muros fuertes, murallas que no ceden ante la adversidad.  Es con los escombros que Dios levanta en este tiempo estructuras fortalecidas con su presencia. Es un tiempo donde Dios llama y capacita, y trae  a  existencia  la  renovación  de  un  pueblo solo  porque  un  hombre  dijo  que sí y  su  mano  bondadosa  se  posó  sobre El.
¿Te resistirás en este tiempo al llamado de Dios?  Esa tristeza que tienes en tu alma es cancelada cuando caminas al llamado que Dios te hace. Un llamado a ser restaurado para restaurar; bendecido para bendecir.
Hoy declaro a tu vida la palabra que dice Dios en Génesis 12:2 
Haré de ti una gran nación; te bendeciré y te haré famoso, y serás una bendición para otros.
Génesis 12:2 NTV
Te invito a adorar:

https://music.youtube.com/watch?v=ap_O0PozD3g&feature=share

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