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El Precio Del Llamado
Dra. Moraima De Hoyos-Ruperto
«Dios me hizo llegar antes que ustedes para salvarles la vida a ustedes y a sus familias, y preservar la vida de muchos más.»
– Génesis 45:7 NTV
Muchas veces he escuchado la historia de José en la Biblia. De hecho creo que es una de las historias que tengo en mi mente desde jovencita, específicamente por el dibujo de un joven con una túnica de colores hermosa. Sin embargo, a través de la predicación de mi hermana, amiga y comadre Karen Valoy fue que pude ver y entender el precio tan alto que pagó José por cumplir su llamado; su propósito en Dios. José hace una declaración realmente reveladora:
«Dios me hizo llegar antes que ustedes para salvarles la vida a ustedes y a sus familias, y preservar la vida de muchos más. Por lo tanto, fue Dios quien me envió a este lugar, ¡y no ustedes! Y fue él quien me hizo consejero del faraón, administrador de todo su palacio y gobernador de todo Egipto.» Génesis 45:7-8 NTV
Entre los capítulos 37 al 50 de Génesis se relata la historia de José. Aquí te quiero resaltar algunos momentos del proceso de José que me parecen importantes para la reflexión de hoy:
Siendo un joven, aparentemente íntegro y obediente, en la casa de su padre, fue detestado por sus propios hermanos.
La envidia de sus hermanos fue tanta, que le desearon hasta la muerte.
No habiendo hecho nada malo fue separado de su amada familia.
De ser el hijo predilecto pasó a ser un esclavo.
Creció en un país extranjero, solo y sin familia.
Siendo esclavo pasó a ser mayordomo de la casa del jefe de la guardia personal del Rey de Egipto (Potifar)
De ser mayordomo pasó a ser un preso por causa de algo que no hizo. Por mantenerse íntegro.
De ser un simple preso pasó a ser la mano derecha (ayudante) del jefe de la cárcel.
De ser un preso pasó a ser el segundo en mando en el Reino Egipcio.
¿Crees que fue fácil todo lo que pasó José?
¿Sería un proceso de Dios en su vida?
¿Sería la forma de pensar y ver la vida de José, la misma de cuando fue vendido como esclavo a la que luego tuvo liderando el pueblo Egipcio?
De seguro fue un proceso difícil, que tuvo que enfrentar desde muy joven. Fueron años de lucha, soledad, tristeza y dolor. Años con los que tuvo que trabajar internamente con el sentimiento de amargura, abandono e injusticia, entre otros. Pero de seguro, todo esto lo sensibilizó para poder cumplir el propósito que Dios tenía con él.
En el momento que a José le tocó liderar ya había vivido lo suficiente para ser sensible, humilde y empático ante el dolor y la necesidad de los demás. Fueron muchos años de sufrimiento, antes de ver el cumplimiento de su propósito en Dios.
Lo podemos constatar a través de los siguientes versículos:
«Entonces José se apartó de ellos y comenzó a llorar. Cuando recuperó la compostura, volvió a hablarles. Entonces escogió a Simeón e hizo que lo ataran a la vista de los demás hermanos.»
Génesis 42:24 NTV
«Entonces José se apresuró a salir de la habitación porque la emoción de ver a su hermano lo había vencido. Entró en su cuarto privado, donde perdió el control y se echó a llorar.»
Génesis 43:30 NTV
«Entonces perdió el control y se echó a llorar. Lloraba con tanta fuerza que los egipcios podían oírlo, y la noticia pronto llegó hasta el palacio del faraón.»
Génesis 45:2 NTV
«Luego José besó a cada uno de sus hermanos y lloró sobre ellos, y después comenzaron a hablar libremente con él.»
Génesis 45:15 NTV
«José preparó su carro de guerra y viajó hasta Gosén para recibir a su padre Jacob. Cuando José llegó, corrió a los brazos de su padre y lloró sobre su hombro un largo rato.»
Génesis 46:29 NTV
«José se abrazó al cuerpo de su padre, y lloró y lo besó.»
Génesis 50:1 NTV
«te dijéramos: “Por favor, perdona a tus hermanos por el gran mal que te hicieron, por el pecado de haberte tratado con tanta crueldad”. Por eso nosotros, los siervos del Dios de tu padre, te suplicamos que perdones nuestro pecado». Cuando José recibió el mensaje, perdió el control y se echó a llorar.»
Génesis 50:17 NTV
Definitivamente José pagó el precio de su llamado. La pregunta es si nosotros estamos dispuestos a cumplir el propósito y llamado de Dios en nuestras vidas, independientemente del dolor que esto nos pueda causar.
El llamado puede ser doloroso, pero el propósito de Dios siempre será bueno para nosotros y nuestros seres amados.
Te invito a que escuches el mensaje completo ofrecido por la Hna. Karen Valoy: https://youtu.be/g9xj3vnuLjk
Bendiciones
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