En el Hueco de la Mano de Dios

He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida;

– Isaías 49:16

Ayer les hablaba de las mejores manos; las manos de Dios.

Siempre he tenido un sentimiento especial referente a las manos. Pienso que las manos es una de las partes del cuerpo con la que podemos bendecir o maldecir a las personas.   De hecho, soy de esas personas que habla meneando las manos y que si me las amarras, siento que no puedo hablar ni hacer nada.  Hasta me desespera.   Así que desde hace mucho tiempo, en mi proceso de conversión, le he pedido a Dios que unja mis manos para que puedan ser de bendición. 

Pero, hay una palabra hermosa que quiero comenzar a compartir contigo y es sobre las mejores manos, las manos de Dios.  Pensar en las manos de Dios me produce paz, sentido de cuidado y cobertura por mi Padre Celestial.  La Biblia nos dice que Dios nos tiene esculpidos en sus manos.

 He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; …Isaías 49:16

Al leer esto solo puedo pensar en Jesucristo clavado en la cruz del Calvario, muriendo por ti y por mi.

En ese momento, definitivamente, esculpió tu vida y la mía en sus manos.  Las esculpió en dolor y sangre, para darnos la victoria. 

Isaias 49:14-16 dice:

14 Pero Sion dijo: Me dejó Jehová, y el Señor se olvidó de mí. 15 ¿Se olvidará la mujer de lo que dio a luz, para dejar de compadecerse del hijo de su vientre? Aunque olvide ella, yo nunca me olvidaré de ti. 16 He aquí que en las palmas de las manos te tengo esculpida; delante de mí están siempre tus muros.

Hay momentos en la vida donde creemos que Dios se ha olvidado de nosotros.  Incluso que no nos escucha ni nos ve, sin embargo no es así.  Simplemente, está guardandonos en el hueco de su mano.  Está cuidándonos y protegiéndonos porque en su tiempo hará la obra que es mejor para nosotros.   

Confía, estás en el mejor sitio que puedes estar; en el hueco de la mano de Dios.

Bendiciones. 

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