Home » En el Mundo Tendréis Aflicción – 2da Parte
En el Mundo Tendréis Aflicción – 2da Parte
Nilsa Santiago Castro
«y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa»
– Efesios 1:13
La palabra Consolador proviene de la palabra griega paracleto y es traducida como «Ayudador» o «Consejero».
El diccionario español nos dice que la palabra consolador significa:
Aquel que consuela
Es aquel que ayuda a alguien a aliviar su dolor
Jesús pensó en todo. Él sabía que sus apóstoles iban a pasar por muchas pruebas y sufrimientos llevando a cabo la misión que Él les dejo, predicar su palabra. Jesucristo comprendía que sus apóstoles lo extrañarían y que incluso sentirían miedo. Él sabía que necesitaban ayuda, ya que Él no estaba con ellos físicamente.
También nosotros en estos tiempos necesitamos ese Consolador, el Espíritu Santo. Podemos tener la certeza y la confianza que el Consolador que fue prometido a los Apóstoles, también está con nosotros en los momentos más tristes o preocupantes de nuestras vidas como nos dice en:
Efesios 1:13 En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa,
Crees en Jesús como Salvador, entonces fuiste sellado con el Espíritu Santo, El Consolador. Puedes tener la seguridad que en los momentos de tribulación, Él está contigo dispuesto a ayudarte a pasar por la prueba o aflicción y también para aliviar tu dolor.
Cuando vengan las pruebas, aflicciones y sufrimientos a nuestras vidas, pensemos que son con algún propósito y que nos van ayudar a bien como nos dice:
Romanos 8:28 Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Pensemos también, que somos bienaventurados cuando lloramos.
Mateo 5:4 Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación.
Las aflicciones van a venir pero, la palabra de Dios nos dice que:
Salmos 34:19 Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová.
Y por último tengamos en cuenta que las aflicciones no se pueden comparar con la gloria venidera:
Romanos 8:18 Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse.
Dios tiene cosas buenas para cada uno de nosotros, solo tenemos que confiar en sus promesas que son muchas.
Que Dios les bendiga siempre.
Reflexión Recomendada: En el Mundo Tendréis Aflicción – 1ra Parte
Compártelo