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En Momentos de Quietud

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Sandra Quiñones Barriera

Sandra Quiñones Barriera

En el evangelio de Lucas, precisamente en el capítulo 10:38-39, se registra una historia de dos mujeres que amaban a Jesús. Hablamos de las hermanas, Marta y María.

En casa de Marta y María

Lucas 10:38-39 Nueva Versión Internacional (NVI)
38 Mientras iba de camino con sus discípulos, Jesús entró en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. 39 Tenía ella una hermana llamada María que, sentada a los pies del Señor, escuchaba lo que él decía.
Quiero resaltar algo en este escrito, Marta recibió a Jesús en su casa y todo el que ha aceptado a Jesús como su Salvador, lo ha recibido en su casa. Nuestra vida como cristianos debe ser una íntegra, de entrega total, donde el gobernante de nuestra vida debe ser Jesucristo. Pero, es importante ver que a pesar de haberlo recibido en su casa Marta continuo afanosa con los quehaceres de la casa. Pienso, que muchas veces todos de una forma u otra hemos caído en esto. Pensamos que el recibir a Jesús como nuestro Salvador es suficiente para tener una relación profunda con Él y no cultivamos el escuchar su voz, el estarnos quietos como nos invita la palabra en el Salmos 46:10; Estad quietos y conoced que yo soy Dios.
Contrario a Marta, su hermana María se sentó a los pies de Jesús y escuchaba su palabra. Denotamos en la acción de María el deseo de relacionarse, conocer, dar atención y escuchar. En mi opinión, parte de nuestras angustias y ansiedades provienen de no tener momentos de sentarnos a escuchar la voz de Dios. Momentos donde sobran las palabras. Momento donde debemos detenernos a valorar el hecho de que Dios está presente, que Él sigue siendo Dios y traerá la salida a cualquier dificultad que estemos pasando.
El adorador Jesús Adrián Romero escribió un himno llamado, A sus pies. Esta alabanza me invita a pensar en María, en cual es la mejor opción en medio de las tormentas. En estar quietos y reconocer a Dios. En simplemente sentarme a sus pies.
Los invito a que lo escuchen y se vean a los pies del maestro: 

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