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La Aportación del Padre en el Camino del Hijo

La aportación del padre en el camino del hijo
Yadira Campis & Jaime Medina

Yadira Campis & Jaime Medina

“Instruye al niño en el camino que debe andar, Y aun cuando sea viejo no se apartará de él”
– Proverbios 22:6 NBLA
“Cuando yo sea grande quiero ser como mi papá” acostumbran decir muchos niños a temprana edad.
En ocasiones los padres, olvidamos el gran ejemplo que somos en la vida de nuestros hijos. Cuando mencionamos el gran ejemplo nos referimos a todas las áreas de nuestra vida. Los hijos desean imitar a sus padres en todo, desde la forma de vestir, el hablar, la manera de caminar, y hasta lo que comen. Existe hasta el caso donde los hijos desean seguir los mismos pasos de sus padres en el área laboral y muchos lo han logrado. 
Para nosotros es de orgullo que nuestros hijos traten de imitarnos, pero también nos pone en tensión pues la realidad es que somos seres humanos que fallamos y pecamos. Pero aun con nuestros defectos y virtudes, nos esforzamos día a día para servirles de buen ejemplo a ellos e instruirlos a obedecer la palabra de Dios.
El ministerio de ser padres es una labor excepcional, dando por hecho que el rumbo que llevará la vida de nuestros hijos en este mundo dependerá grandemente del tiempo de calidad que nosotros les dediquemos. Los padres témenos la gran responsabilidad de suplir las necesidades materiales y básicas que nuestros hijos puedan tener, pero lo más importante es suplir las necesidades espirituales. Como padres nos toca instruir a nuestros hijos en el camino que deben andar. Sin embargo, ese camino no se refiere única y exclusivamente en llevarlos al templo ni que atiendan su clase de Escuela Bíblica Dominical. Ese camino implica mucho más. Nuestros hijos deben recibir una enseñanza tan efectiva que, aunque estos estén solos, sepan discernir entre lo correcto o incorrecto, saber seleccionar el camino que deben andar y entender que esto puede ser logrado si se mantienen siempre cerca del Señor. Significa que, aunque no estemos a su lado, ellos continúen practicando el ayudar al prójimo, mantener el hábito de la oración y continuar la costumbre del estudio devocional.   
Los padres tenemos el compromiso, ante el Señor, de constantemente hablarles a nuestros hijos de valores cristianos y de la importancia de ser un gran ejemplo para otros jóvenes (y para los no tan jóvenes también). En nuestras manos está que nuestros hijos sean un buen testimonio de lo que es ser un joven cristiano donde quiera que estén… ya sea en la escuela, en una fiesta, en el club deportivo que participen o la iglesia. De nosotros queda que nuestros hijos aprendan y entiendan a establecer prioridades correctamente en sus vidas y así puedan recibir las bendiciones de Dios en toda su plenitud. Que aprendan la importancia de que Dios debe ser primero ante todo y aun cuando sean viejos no se aparten de él.                                                                  
A continuación,  tres puntos que nosotros los padres debemos ofrecerle a nuestros hijos en el camino para que ellos sepan el camino por donde deben andar:
  • Mucha dedicación
  • Educación espiritual
  • Ser un buen ejemplo (modelo)
Bendiciones
Reflexión Recomendada:  ¿Por Qué Debemos Perdonar?

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