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La Dicha de los Justificados en Contraste con los Impíos

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Alejandra N. Valentín Romero

Alejandra N. Valentín Romero

Capitulo guía: Salmo 1

-Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,

Ni estuvo en camino de pecadores,

Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;

Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche.

3 Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas,
Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae;
Y todo lo que hace, prosperará.

No así los malos,
Que son como el tamo que arrebata el viento.

Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio,
Ni los pecadores en la congregación de los justos.

Porque Jehová conoce el camino de los justos;
Mas la senda de los malos perecerá.

¿Nosotros somos justos?

Justicia por definición, significa: “Principio moral que inclina a obrar  juzgar respetando la verdad. En Romanos 8:29, nos dice que Cristo el camino la verdad y la vida; el mismo versículo nos afirma que Jesús es la verdad. Significa que nosotros los cristianos, debemos definir justicia como el principio moral que inclina a obrar y juzgar respetando a  Cristo.  ¿Qué nos dice esto?, que nosotros para ser justos debemos de obrar y juzgar como Cristo. ¡Esto es imposible! Nosotros no podemos obrar como el Señor y mucho menos juzgar como él.  Esta definición afirma el versículo que se encuentra en Romanos 3:10, el cual dice: “Como está escrito: No hay justo ni siquiera uno”.

Ya vimos que por definición y confirmación bíblica, nosotros no podemos ser justos. Entonces, ¿qué somos? Romanos 3:24-26, nos muestra un trato especial que Dios tiene para con su iglesia.

-Romanos 3:24-26

24 siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús,

25 a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados,

26 con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.

Recuerda esto siempre, nosotros no somos justos, sino justificados por Cristo por medio de su sacrificio.

La Dicha de los justificados

El Salmo 1, es bastante sencillo de entender y estudiar. Este se resume de esta manera:

  1. Dos hombres
    • El justificado
    • El impío
  2. Dos caminos
    • Senda de justicia
    • Senda de los impíos
  • Dos destinos
    • El bien- bendición y vida
    • El mal- perdición

El versículo uno dice: “Dichoso el hombre que no anda en e sendero de los inicuos, ni se mantiene en la manera de pensar de los pecadores”.  Se puede decir, que este versículo es una característica de los justificados; se aparta del mal  no sigue el consejo del impío.

Cuando vamos al versículo dos, este nos dice: “sino deleite está en la ley de Jehová, y en su ley medita de día y de noche”. Nosotros los justificados, debemos de tomar este versículo como un mandato. En Josué 1:8 dice: “Nunca se aparte de tu boca este libro de la ley, sino medita en él de día y de noche, a fin que guardes y pongas por obra todo lo escrito en el, para que prosperes y te vaya bien. En Salmo1:2, tiene una conexión directa con Josué 1:8. Ambos mencionan que debemos de meditar de día y de noche en la palabra; hasta aquí es que llega el Salmo 1:2. Sin embargo cuando leemos Josué 1:8, vemos que al final del versículo nos muestra la recompensa del meditar en la palabra. Es aquí que se encuentra la primera dicha de los justificados: “Medita en mi palabra de día y de noche, para que prosperes y te vaya bien”.

La segunda dicha se encuentra en el versículo tres, de este capítulo.

  • “Sera semejante al árbol plantado junto a corrientes de agua, que da fruto a su tiempo y sus hojas no caen; en todo lo que emprenda, prosperara”.

Cuando habla d un árbol plantado a la orilla de un rio, es una metáfora la cual significa abundancia y provisión. Esto implica que nunca nos va a faltar nada y que todo lo que hagamos, siempre y cuando lo hagamos con el corazón correcto, prosperara.

-Mateo 6: 25-34

25 Por tanto os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?

26 Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?

27 ¿Y quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un codo?

28 Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo, cómo crecen: no trabajan ni hilan;

29 pero os digo, que ni aun Salomón con toda su gloria se vistió así como uno de ellos.

30 Y si la hierba del campo que hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más a vosotros, hombres de poca fe?

31 No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?

32 Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas.

33 Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.

34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada día su propio mal.

            Dios tiene control de todo el control, no te angusties. El Señor sabe lo que necesitas y en el tiempo perfecto de Dios, él va a suplir.

Recompensa de los impíos

En Salmo 1:4 nos dice: “No así el impío, sino que él es como la paja que dispersa el viento”. En otras palabras, nunca es firme o prevalece en ningún aspecto de su vida. Este versículo muestra una de las características de los impíos; él nunca estar firme y el tener doble ánimo.

Luego, en el versículo cinco dice: “Por tanto, no permanecerán los impíos en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos”. En Apocalipsis 20:11-15, habla sobre el juicio del trono blanco. Estos cinco versículos, confirman la palabra dicha en el versículo cinco del capítulo uno de Salmos. Como mencioné anteriormente,  el versículo 5 dice: “no permanecerán los impíos en el juicio”.  ¿A quienes se refiere? Claramente se refiere a todo aquella persona que no esté inscrita en el libro de la vida; el cual es el libro que nuestro Padre celestial tiene, donde en el escribe todo los nombres de sus siervos  de las personas para salvación. Además, alrededor de toda la Biblia, en distintos libros escritos por inspiración del Espíritu Santo, estos nos mencionas que toda persona que no esté inscrita en esta libro, será arrojada al lago de fuego; o como mejor se conoce, la perdición eterna.

Cuando vemos el versículo 6, este nos dice: “Porque el Señor cuida el camino de los justos, mas la senda de los malos lleva a la perdición”. Como mencione anterior mente, aquí nos vuelve a recalcar que toda aquella persona que no invoca el nombre del Señor con un corazón contristo y humillado, este será arrojado a la perdición eterna. Sin embargo, este versículo también da una esperanza viva hacia el cuerpo de Cristo. Qué hermoso es saber que el Señor nuestro Dios guardara siempre de nosotros y nunca nos dejara en vergüenza.

¿A qué lado quieres estar? ¿Al lado de los justificados, para recibir todas las bendiciones hermosas que el Señor tiene para nosotros, ó, al lado de los impíos, para recibir de recompensa la perdición eterna?

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