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La Pandemia del Siglo XX – XXI
Dra. Moraima De Hoyos-Ruperto
«Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes.»
– 1 Pedro 5:7 NTV
Quizás la mayoría de ustedes pensaría que la pandemia de este siglo es el COVID19. Sin embargo, voy a diferir de ustedes. La pandemia de este siglo se llama ansiedad. Ansiedad que llamamos coloquialmente «stress», ajoro, intranquilidad, impaciencia, mucho trabajo, muchos problemas… Siga poniéndole los nombres que proclama usted con su boca.
Este es el mal que científicamente está probado que mata a miles de personas anualmente por condiciones de los nervios, del corazón y otras complicaciones relacionadas.
Esta es la condición que destruye familias y personas, día a día. Sin embargo, como no se puede diagnosticar por una prueba rápida de laboratorio, ni disminuir su propagación con una vacuna, pasa de forma casi invisible.
Es por ello por lo que te invito a que te auto examines y mires el nivel de ansiedad que rige tu vida.
En mi carácter personal, este es un asunto con el cual estoy lidiando día a día. Ha sido tan presente y problemático en mi vida que Dios ha tenido que intervenir fuertemente en esta área. Siempre he sido una persona bien ansiosa. Ansiedad auto provocada por sobrecargarse de trabajo, por no saber decir: «No», sobre preocuparme por la gente (particularmente amigos y familia) y sobre pensar las cosas. En ocasiones me he encontrado gritándole a mi mente: «¡Cállate!» porque parece una radio que no se apaga.
Cabe mencionar, que la ansiedad a la que me estoy refiriendo NO es a la enfermedad clínica que requiere un tratamiento médico, sino a la creada por nosotros mismos por no tomar las decisiones correctas. Decisiones tales como:
ponerle un pare a las personas que nos sobrecargan,
dejar que cada persona asuma la responsabilidad de sus decisiones y no tratar de resolverle la vida a cuenta de nuestra propia salud emocional,
poner tiempo límite al trabajo,
decir No cuando es necesario,
alejarnos de personas tóxicas, …etc.
y sobre todo poner nuestra confianza en nuestro Dios y no en las personas.
Es comenzar a vivir lo que dice Dios en su Palabra:
Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes. 1 Pedro 5:7 NTV
¿Lo puedes creer?
¿De verdad puedes poner TODAS tus preocupaciones en las manos de Dios en confianza de que Él va a obrar a tu favor? Y, ¿de que lo que Él haga será lo mejor para tu vida y los tuyos?
O, por el contrario, ¿pones en oración tus preocupaciones delante de Dios y luego se las quitas de sus manos y buscas resolverlas a tu manera?
El reto es confiar en Dios.
El reto es creerle a Dios.
El reto es entregar nuestras preocupaciones, de verdad, a Dios.
Hoy te invito a que aceptes el reto y sigas el consejo divino:
Entrega todas tus preocupaciones en las manos de Dios creyendo que Él cuida de ti.
Pongan todas sus preocupaciones y ansiedades en las manos de Dios, porque él cuida de ustedes. 1 Pedro 5:7 NTV
Entiende que tu lucha no es con las personas terrenales. ¡No! Es con el enemigo espiritual que te acecha.
¡Estén alerta! Cuídense de su gran enemigo, el diablo, porque anda al acecho como un león rugiente, buscando a quién devorar. 1 Pedro 5:8 NTV
Mantente firme en tu fe.
Manténganse firmes contra él y sean fuertes en su fe. Recuerden que su familia de creyentes en todo el mundo también está pasando por el mismo sufrimiento.
1 Pedro 5:9 NTV
Entonces, verás como tu perspectiva de las situaciones cambiará y podrás vivir en la paz verdadera. La paz, incomprensible para las personas terrenales, porque proviene directamente de Dios.
“Les dejo un regalo: paz en la mente y en el corazón. Y la paz que yo doy es un regalo que el mundo no puede dar. Así que no se angustien ni tengan miedo.”
Juan 14:27 NTV
¡Bendiciones!
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