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La Venta Del Madrugador
Nidia Nadina Seda
“Si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros…”
– Proverbios 2:4
Ya estábamos a finales de noviembre y aún no teníamos dirección del Señor en cuanto al tema a tocar en el mensaje de Navidad para este año. El viernes 28 [el día después de ‘Acción de Gracias’], los medios de comunicación anunciaban desde temprano en la madrugada la noticia del día. Miles de personas esperaban a las puertas de las tiendas para comprar las ofertas de los ‘especiales’ que, por costumbre desde hace unos años, ofrecen los grandes comercios al comienzo de la época navideña. Le han dado por llamar a esta venta, ‘La Venta del Madrugador’. Algunos decían que habían pasado toda la noche esperando. Otros llegaron durante las horas de la madrugada.
Todos los que entrevistaron, ya tenían su mente hecha en cuanto a lo que venían a comprar.
En medio de aquella noticia, recibí del Señor que ese sería el tema a compartir con ustedes en esta Navidad.
En ese momento, comencé a dar gracias a Dios y a proclamar en alta voz: ¡Eso es Señor! ¡Gloria a tu Nombre! ¡Aleluya! ¡Tú estás en búsqueda de madrugadores! Y mi esposo Darío, que estaba a mi lado, parodiando a Proverbios 2:4, añadió a mis palabras de júbilo: ¡»Sí como a los ‘especiales’ le buscares»!
Algunas de las personas que fueron el viernes 28 a las tiendas salieron frustrados porque no hallaron el artículo ó el juguete que fueron a buscar. A la ‘Tienda’ de nuestro Dios, nunca le ha de faltar lo que se ofrece. ¡Sí, Señor!, porque tu eres el único ¡Fiel y Verdadero! {Ap. 19:11}. “Hablaré palabra y la cumpliré, dice Jehová el Señor”
[Ezequiel 12:25] ¡Oh, Señor!, ¡tú deseas madrugadores que acudan a la Puerta de tu Tienda en búsqueda de lo que tienes para ofrecer! Tu has dicho: “Yo soy la Puerta; el que por mí entrare, será salvo” {Juan 10:9}. Así que tú eres Puerta y Tienda para los que por ti entran en búsqueda de Salvación.
Dios busca ‘madrugadores’ que no tengan su mente hecha en cuanto a lo que vienen a comprar. Que cuando se abra la Puerta, se olviden del desenfreno en que viven, cuando le escuchen decir: “Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche” {Isaías 55:1}.
El vino nos habla del Espíritu Santo, el cual “El Padre Celestial dará a todos lo que se lo pidan” [Lucas 11:13]. La leche nos habla de Su Palabra -“la leche espiritual no adulterada, la cual deseamos para crecer para salvación» {1 Pedro 2:2}.
Así que en esta Tienda, todo es por gracia – es un regalo todo lo que allí se ‘vende’. ¡El precio ya está pagado! Lo pagó nuestro Señor Jesucristo en la cruz del Calvario.
¡Alabado seas Señor!
El madrugar a buscar de Dios no significa que nos levantemos cada día en las tempranas horas de la mañana a estar en comunión con él. Aunque en ocasiones somos dirigidos por el Espíritu Santo a así hacerlo. Este madrugar más bien significa, poner en el primer lugar de nuestra vida ¡el anhelo por buscar de corazón al Señor!, de forma tal que podamos decir: “Dios, Dios mío eres tú; de madrugada te buscaré: Mi alma tiene sed de ti. . . {Salmo 63:1}. “Con mi alma te he deseado en la noche, y en tanto que me dure el espíritu dentro de mí, madrugaré a buscarte” {Isaías 26:9}.
¡Oh Señor!, si esos miles que se pasaron la noche esperando por comprar, cualquiera sea la cosa que estaban esperando poder conseguir, te buscaran y esperaran en ti con el mismo deseo, ¡cuán diferentes serían sus vidas! Podrían decir: “Me anticipé al alba, y clamé: Esperé en tu palabra». «Se anticiparon mis ojos a las vigilias de la noche, para meditar en tus mandamientos” {Salmo 119:147}.
¡Cuantas promesas tienes tú Señor, para los que se anticipan al alba para buscarte! Ciertamente tú eres bueno con los que te buscan {Lamentaciones 3:25}. Así dice el Dios Altísimo: “Buscadme y viviréis” {Amós 5:4}.¡Amén!
Miles velaban y esperaban a las puertas de las tiendas. ¡Qué curioso! Precisamente el día después de haber estado dando gracias a Dios.
Es maravilloso saber que para los que estamos aprendiendo a esperar a la Puerta y a buscarle de madrugada, todos los días de nuestra vida son de Acción de Gracias. Porque somos bienaventurados al haber escuchado la voz de nuestro Creador y Sustentador decirnos: “Bienaventurado el hombre que me escucha, Velando a mis puertas cada día, aguardando a los postes de mis puertas. Porque el que me halle, hallará la vida. . .” {Proverbios 8:34-35}. “Abrid las puertas, y entrará la gente justa, guardadora de verdades” [Isaías 26:2]. “Entrad por sus puertas con acción de gracias” [Salmo 100:4].
¡Amén!
Oramos porque recibamos del Señor toda bendición espiritual y material en esta Navidad, en el nuevo año y por siempre. Acerquémonos como nunca antes a la Puerta de Su Tienda que siempre está abierta ¡para recibir a todo aquel que le anhela!
¡Amén!
Nota: ESTE MENSAJE LO ESCRIBIMOS PARA EL AÑO 2003. EN VARIOS AÑOS, PARA ESTE TIEMPO, LO HABÍA PUBLICADO. CREO QUE ES NECESARIO QUE LO PUBLIQUE NUEVAMENTE.
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Sobre la autora: Nidia Nadina Seda
Soy de origen Presbiteriano. Mi padre fue pastor por más de 40 años. Soy una sierva del Señor Jesucristo desde hace muchos años. Tengo un ministerio de publicaciones. He publicado 2 libros de enseñanzas bíblicas titulado Tesoros Escondidos. Nos pueden encontrar en Facebook como Ministerio de Publicaciones El Alfolí. Tengo 87 años y para la Gloria de mi Dios aún le sirvo con la fuerza que Él me imparte! ¡Amen! ¡¡Aleluya!!
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