«Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable.» 

– 1 Pedro 2:9

¿Qué significa todo lo que Dios me está diciendo en este versículo?  En resumen significa:

• Linaje escogido: linaje de realeza, herederos del Reino de Dios.
• Real sacerdocio: rol sacerdotal, representantes de Dios ante el mundo.
• Nación santa: llamadas por Dios para una vida de santidad y consagración.
• Pueblo que pertenece a Dios: comprado a precio de sangre.
• ¿Para qué? Para proclamar las obras maravillosas que Él ha hecho en nuestras vidas.

Sin embargo, puede pasar que, a pesar de que ya Dios dijo esto de nosotros, nos miramos y no vemos lo que Dios dice que somos. Pienso: “Fallo y fallo, y me siento bien lejos de ser lo que Dios dice que debo ser y hacer.”

Es por ello que tenemos que entender que es un proceso. Es un proceso que requiere un cambio intencional. Aquí algunas de las acciones intencionales que necesitamos hacer:

Acciones intencionales:

1. Buscar comunión (intimidad) con Dios y con los hermanos, quienes pueden fortalecerte en tu proceso (que te sumen y no resten).  Esto nos habla de con quién nos relacionamos (presencialmente y/o virtualmente), a quién escuchamos, quiénes son nuestros consejeros, amigos, ídolos.

“Pero, si vivimos en la luz, así como Él está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado.”
1 Juan 1:7

2. Comenzar a vivir / comportarnos de acuerdo con lo que establece Dios en su Palabra. Implica cuidar nuestras acciones y palabras. Esto nos habla de nuestro carácter.

“Porque ustedes antes eran oscuridad, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz.”
Efesios 5:8

3. Empezar a accionar de acuerdo con lo que Dios es y quiere que nosotros seamos.
   Esto nos habla de cambiar nuestras actitudes.

“El fruto de la luz consiste en toda bondad, justicia y verdad.”
Efesios 5:9

4. Entender que tenemos un propósito en esta vida, y que este se resume en llevar este evangelio (buenas nuevas de salvación) a todo el mundo.  Esto nos habla de utilizar los recursos que Dios ha puesto en nuestras manos para la obra del evangelio. Es dejar de centrarnos en nosotros y ver el propósito maestro de Dios.

“Así nos lo ha mandado el Señor:
‘Te he puesto por luz para las naciones,
a fin de que lleves mi salvación hasta los confines de la tierra’.”
Hechos 13:47

Tenemos que entender que no hay tiempo para jugar con la oscuridad, como nos dice Romanos 13:12:

“Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.
La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.
Andemos como de día, honestamente; no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia,
sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la carne.”
Romanos 13:11-14

¿Quieres salir del túnel oscuro?  Busca Su Luz Admirable.

“Porque no fue su espada la que conquistó la tierra,
ni fue su brazo el que les dio la victoria:
fue tu brazo, tu mano derecha;
fue la luz de tu rostro, porque tú los amabas.”
Salmo 44:3

Oremos como el Salmista:

Restáuranos, Señor Dios Todopoderoso;
haz resplandecer tu rostro sobre nosotros,
y sálvanos.
Salmo 80:19