Mis Fallas me Hacen Mirar a la Cruz

«No es que ya lo haya conseguido todo, o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí.”

– Filipenses‬ ‭3:12‬ ‭NVI‬

A continuación te mencionaré algunos pensamientos que estoy segura que han llegado a tu mente e incluso las has verbalizado.  Particularmente, en los momentos que sabes que le has fallado al Señor en alguna situación que has actuado de manera errónea. 

“Te falle Señor otra vez “, “No merezco tu perdón “, “No merezco tu misericordia, ni tú amor”. 

Definitivamente ninguno somos merecedores de su perdón, pero fue por su gran amor hacia nosotros que entregó a su unigénito a morir en la cruz del calvario para que tú y yo fuésemos salvo por su sangre.

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”

‭‭Juan‬ ‭3:16‬ ‭

El Señor sabe que nosotros somos pecadores y que vamos a fallar más de una vez, pero si nos arrepentimos, podemos levantarnos y continuar en ese camino que Él ha trazado para nosotros. 

El que ama verdaderamente al Señor, siente una pasión por todo lo relacionado al ¡Abba! ¡Padre!  Por eso, es que nos duele fallarle.   Como tenemos el Espíritu Santo de Dios, él mismo nos redarguye, nos impulsa a pedir perdón y a hacer lo correcto en base a nuestras acciones o fallas que podamos tener.

Una de las cosas que me llama la atención es que nuestras fallas no detienen al Señor.  Él sigue siendo Dios, pero como estamos expuestos constantemente a fallar, tenemos que reaccionar, pedir sabiduría para que aún en medio de ellas, podamos  exaltar su nombre y ser testimonios vivos.

Uno de los muchos hombres del Señor que vino a mi mente fue Pedro, cuando negó conocer a Jesús.  Luego este sintió remordimientos porque entendió que le había fallado y lloró amargamente (Lucas 22: 60-62). Este acto lo sacudió fuertemente, pero aún así, no fue desechado, sino que fue escogido como uno de sus discípulos.  Lo más tremendo fue que más adelante Dios le dió una gran encomienda.

«Mas yo también te digo que tú eres Pedro; y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.”  MATEO 16:18

Waooo… dime, ¿esto no te hace mirar hacia la cruz?

Concluyendo:

¡Enfócate! no en las veces que hayas fallado, que seguramente han sido muchas, sino en las veces que te has levantado porque has mirado a la cruz de Cristo. Aunque Pedro falló, Él lo escogió, porque Dios no desecha a nadie. Él nos separó, nos lavó, nos dió un nombre nuevo, nos limpió de todo pecado y ya la deuda que nos respondía a nosotros pagar Él la saldó por amor a nosotros.

«Así que no uses de excusa, tus fallas, para no mirar a la cruz”

¡Bendiciones!

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