No es Necesario que Libres Todas las Batallas con Tus Fuerzas

Mateo 26:47-51 registra un momento cargado de muchas emociones y violencia.  Este fue el momento en que arrestaron a Jesús, algo que de antemano, Jesús mismo les había advertido a sus discípulos que sucedería.  Antes de este suceso Jesús se llevó a Pedro y a dos hijos de Zebedeo y los invitó a velar y orar.   En el versículo 41, les advierte: Velad y orad, para que no entréis en tentación, el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.

Durante este tiempo, donde nuestra vida ha sido alterada a causa de la pandemia y el toque de queda , activado nuevamente, el cual nos  invita a quedarnos en nuestros hogares, podemos decir que tenemos un entorno de mucha angustia y ansiedad.  Muchas veces todo esto crea confusión y angustia cuestionando  hasta cuando viviremos esta situación.  Nos pasamos pidiéndole a Dios que cambie este panorama y no vemos una respuesta tipo microondas como quisiéramos.  Por el contrario, observamos cómo los números de afectados por esta terrible enfermedad sigue creciendo y  cada vez escuchamos de algún conocido o familiar que la está padeciendo.

Algo así sucedió en el Getsemaní, los discípulos esperaban una respuesta rápida, favorable y victoriosa, en cambio, llegó Judas con un ejército armado con espadas y palos a arrestar a Jesús. Es aquí donde uno de los que estaban con él, desenvaina su espada y le corta una oreja a un siervo del sumo sacerdote.

Dios nos ha llamado a ser soldados de su ejército y a diariamente ponernos la armadura para estar listos para la batalla, pero también en su palabra nos invita a permitir que sea Él quien pelee nuestras batallas.   Esto habla de la misericordia de Dios hacia nosotros, de permitir un tiempo para ser restaurados, transformados, renovados con nuevas fuerzas.  Humanamente era imposible que en el Getsemaní un solo hombre ganara una batalla, de hecho, no era necesario que lo hiciera, el cumplimiento de la palabra era necesario.  De igual forma utilizar nuestras fuerzas en el momento incorrecto atrasa el propósito de Dios para nuestras vidas. 

Este es un tiempo para adentrarnos en la presencia de Dios, buscar su rostro, orar y velar para que Dios nos muestre las estrategias para cruzar nuestro Getsemaní.  No hay duda que es un tiempo difícil, pero nuestro estandarte es nuestra Fe, basada, precisamente en pasajes de la biblia que nos invitan a refugiarnos; a entrar en el escondite que es Cristo Jesús.  Como estaba escrito, Jesús tenía que pasar por los eventos del Getsemaní y nosotros no estamos exentos de vivir momentos difíciles, todos tenemos que en algún momento de nuestra vida vivir la injusticia, la falsedad de la gente que hoy te elogia y mañana te señala y la calumnia.  No hay duda que son momentos drenantes emocionalmente. 

No permitamos que esos momentos nos lleven a no poder ver o reconocer que Dios está presente.  Hoy Dios te invita a que lo dejes pelear tu batalla.  Es tiempo de no utilizar tu espada. ¡Descansa!  Él pelea por ti.

Salmos 29:11 El Señor dará fuerza a su pueblo, el Señor bendecirá a su pueblo con paz.

Éxodo 14:14 Jehová peleara por vosotros y vosotros estaréis tranquilos.

Isaías 59:19b Porque vendrá el enemigo como río, mas el espíritu de Jehová levantará bandera contra Él.

Dedicado a todos los Pastores, evangelistas, maestros, adoradores, siervos que han estado llevando palabra durante este tiempo.  A todos los que se han negado a sí mismos en pro del evangelio y hoy necesitan un refrigerio de parte de Dios para sus vidas.  Están agotados y necesitan nuevas fuerzas, pero el Getsemaní no fue otra cosa que el marco para La Victoria poderosa de Jesús.  La muerte en Getsemaní no es el final, es el marco del testimonio que valida el cumplimiento.  Reciban un abrazo y nuestras oraciones.