Nuestra Descendencia Es Para Bendición

«¿Quiénes son los que temen al Señor? Él les mostrará el sendero que deben elegir. Vivirán en prosperidad, y sus hijos heredarán la tierra.»

– Salmo 25:12-13

El pasaje preferido de mi padre, Ángel Quiñones (QEPD), era el Salmo 37:25-26

“Joven fui y he envejecido, y no he visto justo desamparado, ni su descendencia que mendigue pan.  En todo tiempo tiene misericordia y presta, y su descendencia es para bendición”.

Crecí escuchando constantemente estos versículos y lo aprendí de memoria a muy corta edad.  Mi papa acostumbraba a levantarse muy temprano en la mañana y leía porciones de la Biblia en voz alta.  Para la Gloria de Dios alcanzó a su familia y también a la familia de mi madre.   Al mirar atrás, puedo ver como Dios hace una cadena de amor alrededor de los que le temen y los acerca a Él.   Claro está, a su tiempo.   Nos toca a nosotros seguir declarando esa palabra de bendición para nuestros hijos y nietos.  Nos toca, al igual que la mujer del flujo de sangre, agarrarnos del manto restaurador, sanador, bondadoso y misericordioso de Dios; y Él hará.

Se lo desesperante que es ver nuestros hijos apartados y fuera del camino trazado por Dios, pero al leer esta palabra, mi corazón se llena de gozo al saber que hay una gran promesa escondida en este Salmo y es que nuestra descendencia es para bendición.

Recientemente, Dios ha estado hablando con insistencia a mi vida sobre “alineamiento”. Muchas veces, el mover y la alineación de Dios nos cuesta. Cuesta soltar, porque soltar duele.  Muchas veces, porque es lo único que tenemos y pensamos que no habrá reemplazo.  Pero, cuando hablamos de alineación, escucho la pregunta clara de Dios que me dice: ¿Lo seguimos haciendo a tu modo o me dejas hacerlo al mío?  ¡Que pregunta!  Tenemos la tendencia de pensar que Dios necesita nuestra ayuda e incluso creemos que podemos solucionar nuestros asuntos mejor que Él.  

Les pregunto: ¿Realmente piensas que puedes solucionar las situaciones mejor que Dios? 

Si tu contestación es NO, tienes que aprender a soltar y confiar en los planes de Dios.  Créanme, los planes de Dios son mejores que los nuestros.

Son tiempos de orden y alineamiento.  Tiempos de someternos a la voluntad de Dios.  Tiempo de comenzar a declarar que nuestra descendencia es para bendición.  Si eres justo, (practicas la justicia de Dios) y te mantienes en sus caminos, nunca experimentaras abandono_re ni desamparo y tu descendencia no mendigará pan.

Salmo 25:11-13

11 Por el honor de tu nombre, oh Señor,

perdona mis pecados, que son muchos.

12 ¿Quiénes son los que temen al Señor?

Él les mostrará el sendero que deben elegir.

13 Vivirán en prosperidad,

y sus hijos heredarán la tierra.

Bendiciones.

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