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Obstáculos Que Ahogan La Oración

Obstáculos Que Ahogan La Oración
 Nilsa Santiago Castro

Nilsa Santiago Castro

«Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.  Y si sabemos que él nos oye en cualquiera cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hayamos hecho.»
– 1 Juan 5:14-15
¿Que es tener confianza? es la seguridad o esperanza firme que alguien tiene de otro individuo o de algo. 
¿Qué es la Oración? Conjunto de palabras con que el creyente se dirige a Dios,
Comienzo la reflexión de hoy con una pregunta: ¿qué es la oración para usted?
  • La oración es buscar a Dios; es encontramos con Dios; es acercarnos a Dios
  • La oración es el regalo que nos da Dios para comunicarnos con Él
  • La oración es el acto de abrir nuestro corazón a Dios como amigo
La oración es la forma en que el creyente se puede acercar a Dios con la confianza (con la seguridad, con la esperanza) de que él nos oye y que nos va a conceder lo que le pidamos.
Segunda Pregunta: ¿Por qué será que algunos creyentes no ven sus peticiones contestadas?
¿Pueden nuestras oraciones tener estorbos o tropiezos? Pueden tener interferencia, como cuando uno llama por celular y se oye entrecortada la conversación. 
La Biblia nos enseña que la desobediencia, indiferencia,  falta de misericordia, falta de FE, iniquidad,  necedad y el pecado secreto son causas del fracaso en la oración. 
Esto lo podemos ver en Lucas 18:9-14 (Parábola del fariseo y el publicano). Vemos a dos hombres subir al templo a orar; ambos tenían un mismo propósito. 
El Fariseo confiaba en sí mismo como un hombre justo. Era vanidoso, se creía una persona perfecta, oraba consigo mismo (no estaba hablando con Dios) y se quería justificar ante Dios. Oraba con un corazón sin arrepentimiento, no mostró ninguna misericordia hacia su prójimo.  Era un hombre necio. 
El Publicano era un hombre humilde, prudente, no se quiso justificar delante de Dios sino que reconocía que era un pecador no digno de que Dios le contestara su oración. No se atrevió a mirar al cielo porque él sabía que el cielo es la morada de Dios.  
¿Qué dijo Jesús sobre estos hombres? El publicano descendió a su casa justificado antes que el otro (fariseo); porque cualquiera que se enaltece, será humillado; y el que se humilla será enaltecido.
Ahora veremos varios obstáculos por lo cual nuestras oraciones pueden tener estorbo y no ser contestadas:
  1. Orar sin conocer a Dios a través de Jesús.  He escuchado oraciones que son lindas y largas.  Oraciones en las cuales se pide, se pide y cuando terminan solo dicen amén, sin pedir en el nombre de Jesús.  Sin glorificar a Dios.
Dice Jesús en Juan 14:13  Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre,
 lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
  1. Orar con un corazón sin arrepentimiento.  Sabes que cometiste una falta (un pecado) y simplemente oras a Dios sin pedir perdón.
Salmo 66:18
Si en mi corazón hubiese yo mirado a la iniquidad, 
El Señor no me habría escuchado
  1. Orar para ser vistos por otros. Me he encontrado, he visto y he escuchado de creyentes que oran en actividades para ser vistos como personas muy espirituales o que le digan qué linda fue tu oración. 
Mateo 6:5:
“Y cuando oréis, no seáis como los hipócritas; porque a ellos les gusta ponerse en pie y orar en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos por los hombres. En verdad os digo que ya han recibido su recompensa”.
  1. Orar en forma repetitiva, con palabras vacías.  Cuando se habla de vana repeticiones, siempre pensamos en los rezos, que repiten lo mismo varias veces.  Pero, también los creyentes usamos vana repeticiones o palabras sin sentido en las oraciones, como si Dios fuera sordo o como ordenándole hacer algo. Pensando que porque le repiten las cosas varias veces, él le va a contestar rápido. 
Mateo 6:7-8
Y orando, no uséis vanas repeticiones, como los gentiles, que piensan que por su palabrería serán oídos.  No os hagáis, pues, semejantes a ellos; porque vuestro Padre sabe de qué cosas tenéis necesidad, antes que vosotros le pidáis.
  1. Oraciones que no se hacen. Tienes alguna necesidad, algún problema o preocupación, pero no vas delante de Dios. Piensas que como Dios todo lo sabe, no tienes que orar.  O piensas que Dios solo contesta peticiones grandes y no pequeñas.
Santiago 4:2 
Codiciáis, y no tenéis; matáis y ardéis de envidia, y no podéis alcanzar; combatís y lucháis, pero no tenéis lo que deseáis, porque no pedís.
  1. Oras con un corazón superficial.  Oras a Dios solo pensando en ti mismo.  Haciendo una lista de lo que quiero para mi beneficio o mis deseos personales.
Santiago 4:3:
Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
7. Orar mientras maltratas a tu cónyuge.  ¿Cómo está tu relación con tu pareja? Le hablaste estrujado, de mala gana, con acciones ofendiste o simplemente no se hablan. 
1 Pedro 3.7: 
“Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.
8. Orar mientras ignoras a los pobres. Sabes que hay una persona con una necesidad y pudiendo ayudar, no lo haces. 
Proverbios 21:13: 
“El que cierra su oído al clamor del pobre, También él clamará, y no será oído.
9. Orar con amargura en el corazón hacia alguien.  Te sientes ofendido o que te han fallado, pero no perdonas a esa persona. Hay resentimiento en tu corazón. 
Marcos 11:25-26
 “Y cuando estéis orando, perdonad si tenéis algo contra alguien, para que también vuestro Padre que está en los cielos os perdone vuestras transgresiones. Pero si vosotros no perdonáis, tampoco vuestro Padre que está en los cielos perdonará vuestras transgresiones”.
10. Orar con un corazón sin fe. No tienes confianza en que Dios puede resolver, suplir tus necesidades o contestar tus peticiones. Simplemente dudas del poder de Dios. 
Santiago 1:6-8: 
“Pero que pida con fe, sin dudar; porque el que duda es semejante a la ola del mar, impulsada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, ese hombre, que recibirá cosa alguna del Señor, siendo hombre de doble ánimo, inestable en todos sus caminos”.
Dios puede contestar tu oración inmediatamente.   Puede que se tarde en contestar o puede que no te conteste porque no te conviene. Puede ser que tu oración sea obstruida por algo (un pecado secreto).  Por esta razón cuando vayas a Dios en oración, examínate, evalúate y ve si hay en tu corazón o en tu vida personal algo que pueda ser de piedra de tropiezo, que no permite que tu oración sea contestada.   
Mateo 6:6
 Mas tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cerrada la puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público.
Bendiciones.

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