fbpx

¿Por qué no? ¡Atrévete!

Happy child playing with toy wings against summer sky background
Picture of Maribel Malavé Morales

Maribel Malavé Morales

«El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes».
Deuteronomio 31:8
Esa pregunta me la hizo una hermana en la fe, vía telefónica, en un sueño hace varios meses. Ella me lo repitió tres veces y fue muy enfática. Yo me quedé asombrada y ahí desperté.
Pensando en que quería escribir algo, es ahí que viene a mi mente nuevamente el sueño. Fue tan solo una pregunta, pero me hizo pensar en tantas excusas que le damos a Dios.
¿En cuántas ocasiones le hemos dicho al Señor un – No – que va acompañado de una justificación? Y no somos los únicos. Podemos ver en la palabra como grandes hombres de Dios le cogieron miedo a lo que Él les mandó a hacer.
Éxodo 4:10-12
Entonces dijo Moisés a Jehová: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua. Y Jehová le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo Jehová? Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar.
Vemos también en Jueces 6:15 el llamamiento a Gedeón para salvar a Israel del poder de Medián:
Y él respondió: Ah Señor, ¿cómo libraré a Israel? He aquí que mi familia es la más pobre en Manasés, y yo el menor de la casa de mi padre.
Éxodo 3:11
Pero Moisés dijo a Dios: ¿Quién soy yo para ir a Faraón, y sacar a los hijos de Israel de Egipto?
Jeremías 1:6
Entonces dije: ¡Ah, Señor DIOS! He aquí, no sé hablar, porque soy joven.
Leí en una ocasión una frase que me gustó mucho de Arthur C. Clarke que dijo:
“La única posibilidad de descubrir los límites de lo posible es aventurarse un poco más allá de ellos, hacia lo imposible”.
A lo que quiero llegar es que si Dios nos da un trabajo para hacer o una encomienda a realizar Él mismo se encargará de capacitarnos y darnos las herramientas necesarias o el manual de instrucciones para hacer el trabajo que delegó en nosotros. Por encima de cuan incapacitado te sientas, de cuales sean tus limitaciones o todas las excusas que puedas pensar  para no ejercer esa labor.
Lo más importante es que venzas tus miedos y temores. «Atrévete» a caminar hacia la dirección correcta en obediencia a su plan y propósito. Estoy segura de que vendrá recompensa.
Deuteronomio 31:8
El Señor mismo marchará al frente de ti y estará contigo; nunca te dejará ni te abandonará. No temas ni te desanimes.
Jeremías 7:23
Lo que sí les ordené fue lo siguiente: Obedézcanme. Así yo seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo. Condúzcanse conforme a todo lo que yo les ordene, a fin de que les vaya bien’.
Concluyo:
» Progresaras, si te atreves a establecer una diferencia caminando hacia la obediencia a Dios»
Bendiciones🙏🙏

Compártelo