fbpx

Protección & Dirección de Dios

Protección & Dirección de Dios
Maribel Malavé Morales

Maribel Malavé Morales

Tú eres mi escondite y mi escudo; en tu palabra he puesto mi esperanza.
– Salmo 119:114
Estas dos palabras llegaron a mi mente una mañana camino a mi trabajo y las quiero compartir contigo. Son gratuitas, pero necesarias. Tenemos que internalizarlas en nuestro espíritu para poder entender con lo que contamos. Están a nuestra disposición y muchas veces cuando vienen esos momentos de laberintos a nuestras vidas, es ahí en que debemos agarrarlas porque son para nosotros, los hijos de Dios.
¿Qué es la protección de Dios?
La protección de Dios es el fruto que alimenta nuestra fe cristiana.  Dios nos protege colocando en nuestro camino instrumentos espirituales con los que logramos defendernos de cualquier ataque del enemigo.
¿Qué es dirección de Dios?
Dirección en general es acción y efecto de orientar, gobernar, señalar procedimientos de acción por parte de quien adquiere responsabilidad sobre un grupo, sea por elección, por designación o por imposición.
Salmos 91:4
Con sus plumas te cubrirá, y debajo de sus alas estarás seguro; escudo y adarga es su verdad.
Cuando aceptamos a Jesucristo en nuestra vida, automáticamente somos sellados por su Espíritu Santo, pero además de eso nos entregan un paquete y dentro de el hay garantía de que Él nos protege y nos da dirección.
Cuando estamos protegidos, dice su palabra que nuestra vida está escondida en Cristo Dios; Colosenses 3:3 
Tú eres mi escondite y mi escudo;
en tu palabra he puesto mi esperanza.
Salmo 119:114
También nos dice que somos propiedad de Él.
Gálatas 2:20
Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Hay garantía de que Él nos protege.
Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará.
Deuteronomio 31:6
Que maravilloso es saber que podemos contar con ambas; la protección y la dirección de nuestro amado Padre Celestial.
Éxodo 40:36-38
Y en todas sus jornadas cuando la nube se alzaba de sobre el tabernáculo, los israelitas se ponían en marcha. Pero si la nube no se alzaba, ellos no se ponían en marcha hasta el día en que se alzaba. Porque en todas sus jornadas la nube del Señor estaba de día sobre el tabernáculo, y de noche había fuego allí a la vista de toda la casa de Israel.
Ellos (el pueblo de Israel) en este momento que relata Éxodo 40:36-38,  no se movían  sin recibir las señales establecidas por Dios.
Muchos de nosotros lamentablemente no seguimos las directrices del Señor y eso nos lleva a tener grandes tropiezos.
Pidámosle al Señor lo siguiente:
Salmos 25:4,5
Señor,
muéstrame tus caminos;
guíame por tus senderos;
guíame, encamíname en tu verdad,
pues tú eres mi Dios y Salvador.
¡En ti confío a todas horas!
Esta debe ser la actitud correcta, lo entiendas o no.
Concluyo:
Sabemos que contamos con la protección de nuestro Dios en todo momento,  pero debemos permitir que sea Él quien dirija nuestros pasos. Muchas veces nos gusta sentir su protección, pero al momento que debemos permitir que nos dirija es que  ponemos resistencia. Nos incomodamos  porque se nos hace difícil ser dirigidos. Para ello, tenemos que someternos a su autoridad y completa voluntad.  Es ahí donde viene el gran reto.  Sin embargo, yo te aseguro y te garantizo que nuestras vidas serán victoriosas si aprendemos a confiar totalmente en Él; sabiendo que contamos con su protección y dirección.
Bendiciones

Reflexión Recomendada: ¿Cuál es tu reto para el 2021?

Compártelo