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Cuidando de Nuestro Tesoro

Proverbios 4:23
Félix Muñoz

Félix Muñoz

Diácono de la Iglesia Bautista Resurrección de Kissimmee, FL

Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida 
– Proverbios 4:23
Se podría decir que John Wooden era conocido tanto por sus palabras de motivación y sabiduría fuera de la cancha, como por su capacidad para ganar campeonatos en ella. 
No tuve la oportunidad de conocer al famoso jugador y más tarde, entrenador de baloncesto, John Wooden.  Aunque no lo podré recordar por sus logros deportivos, lo recordaré sin duda por sus sabias reflexiones y frases sobre el camino que todos recorremos por esta vida.
Si nos preguntaran: ¿qué es lo que más valoramos en este mundo?  Estoy seguro que cada uno respondería algo diferente. La respuesta dependería en gran parte de lo que hayamos ido reconociendo como de valor al pasar de los años y de las experiencias vividas a través de los mismos.  Mucho de esta valoración depende también de la edad. De pequeños podemos valorar mucho nuestros juguetes; de jóvenes nuestras amistades; de adultos nuestros trabajos y las posesiones que hemos atesorado con esfuerzo y sacrificio al paso de los años; y finalmente, cuando ya esos años pesan más que nunca sobre nuestros hombros, ¿qué es lo que más valoramos? Dejo a cada cual que haga su propia valoración y con ello de una respuesta.
El ser humano siempre va a tener respuestas para todo. Algunas buenas, algunas no tan buenas y algunas desastrosas. Pero, entre las buenas siempre hay una que es la mejor. ¿Y saben qué? Que la Palabra de Dios siempre tiene la mejor respuesta para todas nuestras preguntas. Así que voy a formular la pregunta de nuevo un poco parafraseada: ¿Qué deberías considerar, proteger y conservar como algo muy valioso de tu vida entera?
La versión Paráfrasis de la Biblia lo responde así: Por sobre todo, guarda tus sentimientos, porque ellos influyen en la totalidad de tu vida (Prov 4:23).
No olvidemos que el corazón significa en la Biblia todo lo que está dentro del hombre, su conciencia, sus pensamientos, sus deseos profundos, sus propios criterios.
Si el corazón, es decir: el ser interno emocional y espiritual del hombre, está en sintonía con el Creador, sentiremos su maravillosa y benéfica influencia en todos los aspectos de la vida. Nuestro corazón, nuestros sentimientos de amor y deseos, dictan en gran manera cómo vivimos. El consejo de Dios es que tengamos cuidado con nuestros afectos, que nos aseguremos y concentremos en esos deseos que nos mantendrán en el buen camino. Una de las cosas que Dios nos dio desde el principio para que la cuidaramos como un valioso tesoro es la familia.
«La familia es base de la sociedad y el lugar donde las personas aprenden por vez primera los valores que les guiarán durante toda su vida». La familia es el corazón de la sociedad. Si el corazón no funciona como debiera, el cuerpo tampoco funciona como debiera, se enferma. Así mismo pasa con la sociedad, si las familias no funcionan como debieran, la sociedad se enferma gravemente. 
Podríamos parafrasear el consejo del escritor de los Proverbios y decir: De todo lo que tienes en esta vida, tu familia es tu mayor tesoro. Cuida de ella porque de su salud emocional y espiritual, depende la estabilidad emocional y espiritual de la sociedad.
«Si quieres hacer planes para un año, siembra granos. Si quieres hacer planes
para diez años, planta árboles. Y si quieres hacer planes que duren para siempre,
cuida de tu familia e instrúyela con amor.» Anónimo.
¡Que Dios les bendiga!

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