Home » Afanados y Turbados
Afanados y Turbados
Nilsa Santiago Castro
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán.
– Mateo 6:33 -34
Todos en algún momento de nuestras vidas hemos sentido que tenemos tantas cosas por hacer y que el tiempo no nos da para nada. Nos sentimos que el tiempo no nos da para cumplir con nuestras responsabilidades personales, familiares y hasta espirituales. El tiempo se nos escapa de la mano.
¡Llega a nuestras vidas el afán y la turbación!
El estrés invade tu vida y las quejas forman parte del diario vivir.
Nos sentimos que hemos fracasado como padre, hijo, empleado o hasta como creyente. Nos frustramos y muchas veces reaccionamos de mala manera (explotamos), desquitando nuestras frustraciones con otros que muchas veces no tienen culpa de nada.
La Biblia nos habla de dos hermanas, Marta y María, que Jesús va a visitar (Lucas 10:38-42). Estas hermanas eran muy diferentes. Marta, le daba mucha importancia a las cosas de casa; ella quería que todo estuviera perfecto para la vista de su Señor. Mas sin embargo, María le daba importancia a quien la visitaba, le dio importancia a Jesús.
Lucas 10:39
Esta tenía una hermana que se llamaba María,
la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra.
Marta vio la actitud de su hermana, la cual prefirió dejar de ser los quehaceres de la casa para escuchar lo que su Señor tenía para decir. Por ello, comenzó a quejarse de su hermana con Jesús. Él la reprendió con amor y la aconsejó diciéndole que estaba muy afanada y turbada con muchas cosas y que solo una cosa importaba, escuchar la palabra de Dios la cual nada ni nadie se la podía quitar.
Lucas 10:41 Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada
y turbada estás con muchas cosas.
42 Pero sólo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte,
la cual no le será quitada.
¿Cuántos se identifican con Marta y cuántos con María? Creo que la mayoría se identifican con Marta. Yo puedo decir que me identifico con Marta. Vivimos en un mundo lleno de muchas situaciones difíciles, las cuales nos llevan a los afanes tarde o temprano. Pensamos que somos fuertes y que podemos superar los afanes o las turbaciones que vienen a nuestras vidas, pero NO. Nuestra carne es débil, pero nuestro Padre Celestial nos conoce muy bien por esa razón nos cuida y protege en esos momentos difíciles que llegan de nuestra vida para turbarnos y causarnos estrés. Nos da la salida que necesitamos.
1 Corintios 10:13 (DHH)
Ustedes no han pasado por ninguna prueba que no sea humanamente soportable. Y pueden ustedes confiar en Dios, que no los dejará sufrir pruebas más duras de lo que pueden soportar. Por el contrario, cuando llegue la prueba, Dios les dará también la manera de salir de ella, para que puedan soportarla.
En esos precisos momentos cuando el afán o estrés llegan a tu vida, unas palabras de consuelo o de ánimo te ayudan a sobrellevar tu carga. El Espíritu Santo, nuestro Consolador, nos hace recordar versículos que nos fortalecen y nos animan para seguir batallando con las cosas cotidianas. Como estas:
Isaías 43:1
Ahora, así dice Jehová, Creador tuyo, oh Jacob, y Formador tuyo, oh Israel:
No temas, porque yo te redimí; te puse nombre, mío eres tú.
2 Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.
Reprende en el nombre de Jesús, todo lo que te hace daño, te causa estrés, te turba y hace que te afanes y Dios te concederá su paz.
Filipenses 4:6-7
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
¡Dios es siempre bueno! Te aconseja no te afanes, vive tu vida día a día porque cada día tiene su afán y tendrás que bregar con eso.
Mateo 6:33
Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia,
y todas estas cosas os serán añadidas.
34 Así que, no os afanéis por el día de mañana,
porque el día de mañana traerá su afán.
Dios los continúe bendiciendo.
Reflexión Recomendada: El Equipo Perfecto
Compártelo