Rompiendo con lo que nos estanca: Rompe con el miedo
Dra. Moraima De Hoyos-Ruperto
“… no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”
– 2da de Timoteo 1:7
El miedo o temor es un sentimiento normal en el ser humano. Es la alarma que Dios puso en nuestro ser para tener más cuidado de lo que hacemos y nuestros procesos de toma de decisiones. En otras palabras, para estar atento ante los peligros. Sin embargo, Dios no nos llamó a vivir en el miedo. Todo lo contrario, nos dijo explícitamente en 2da de Timoteo 1:7
… NO [énfasis añadido] nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
El espíritu que debe vivir y dirigir nuestras vidas es:
El espíritu del poder de Cristo. Sí, ese mismo espíritu que lo levantó de los muertos, hizo milagros y desafío los tiempos.
“ Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también.” (Romanos 8:11)
2. El espíritu del amor de Cristo. Sí, ese mismo espíritu que dió su vida por sus enemigos. El espíritu de amor que sobrepasa todo entendimiento y no está condicionado.
“En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó y envió a su Hijo para que fuera ofrecido como sacrificio por el perdón de nuestros pecados.” (1 Juan 4:10)
3. El espíritu de dominio propio. Sí, ese mismo espíritu que hizo la voluntad del padre, al morir en la cruz y que dijo: “pasa de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad sino la tuya” (Mateo 26:39). El espíritu que se sometió al Padre Celestial.
Emprender (comenzar algo nuevo) en la vida, puede traer consigo miedo, pero está en nosotros tomar el control de nosotros mismos. Tenemos que someter nuestra voluntad a la del Padre Celestial, en acción de amor y creyendo en el poder de Cristo que Resucitó de los muertos y que por ello nosotros tenemos vida.
¿Cómo podemos lidiar con el miedo en el proceso de emprendimiento?
1. Confiemos en nuestro Padre Celestial. Es primordial creerle A Dios.
Por lo tanto, yo les digo: No se preocupen por lo que han de comer o beber para vivir, ni por la ropa que necesitan para el cuerpo. ¿No vale la vida más que la comida y el cuerpo más que la ropa? (Mateo 6:25)
2. Tome decisiones informadas: Busque toda la información disponible sobre el asunto que tiene que decidir. Hoy en día tenemos el beneficio de la internet. Utilícelo para informarse lo mejor posible. Busque diversas opiniones.
3. Rodéese de personas adecuadas: Busque apoyo en personas y/o organizaciones que pueda ayudarlo en su proceso. En los procesos de emprendimiento los mentores y/o personas con experiencia pueden ser muy útiles para la toma de decisiones. No tome el papel del llanero solitario.
4. Planifique y luego actúe. Nunca va a saber cómo son las cosas hasta que las ejecute. Para ello es importante que planifique, ejecute y mida los resultados para ver si fueron los esperados o si hay que hacer cambios al plan original.
El miedo en el proceso de emprendimiento usualmente viene por la duda ante lo desconocido. Si hacemos nuestra parte, de seguro Dios nos ayudará y hará la parte que sea imposible para nosotros.
«Lo imposible para los hombres es posible para Dios,» respondió Jesús.
(Lucas 18:27)
Bendiciones
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