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Sabiduría en Tiempos de Crisis
Sandra Quiñones Barriera
“Ella se acercó a Jesús por detrás y le tocó el borde del manto. En ese mismo momento quedó sana.”
– Lucas 8:44 Nueva Biblia Viva (NBV)
No hay nada más desesperante que estar enfermo y que no haya tratamiento ni cura para la condición. Era realmente triste y lamentable, además de miserable, la vida que llevaba esta mujer, que ni tan siquiera se le menciona por su nombre en La Palabra.
43 Entre la gente había una mujer que estaba enferma desde hacía doce años. Tenía derrames de sangre y nadie había podido sanarla, a pesar de haber gastado cuanto tenía en médicos. 44 Ella se acercó a Jesús por detrás y le tocó el borde del manto. En ese mismo momento quedó sana.
Lucas 8:43-44 Nueva Biblia Viva (NBV)
Solo entendemos que estaba en edad reproductiva y que llevaba 12 años enferma. También entendemos que tuvo dinero y por la enfermedad había llegado a la quiebra económica. Todo esto, sin mencionar que según la ley (Levítico 15:25) era una mujer inmunda y despreciada.
25 “Si una mujer tiene un flujo de sangre por muchos días, no en el período de su impureza menstrual, o si tiene un flujo después de ese período, todos los días de su flujo impuro continuará como en los días de su impureza menstrual; es inmunda.
Levítico 15:25 (NBLA)
La esperanza de un trato digno para esa mujer era ninguno. Pero, hoy queremos resaltar algo muy significativo en la voluntad de esta mujer:
Tomo decisiones que le sirvieron de bendición
Creyó que Jesús la podía sanar.
Su Fe y necesidad eran tan grandes que, si no podía tocar a Jesús por lo que establecía la ley, ella sabía que con solo tocar el manto era suficiente para ser sana.
Cambió su estrategia de guerra
Era difícil, porque no debía estar en un lugar público. Se exponía a que, de ser identificada la mataran. Pero, ella estableció un ataque de guerra diferente:
como de frente a Jesús había una multitud, ella determinó que la parte de atrás era menos peligrosa y llevó su fe a la máxima expresión.
No era que el manto de Jesús tenía poder, lo que tenía poder era la Fe en Jesús que operaba en ella y esto le contó para sanidad.
Yo no sé si en este tiempo, tu vida ha sido trastocada por alguna situación difícil, que, según la lógica, es imposible llegar a alcanzar tu milagro.
Tampoco sé si estás haciendo las mismas cosas en la búsqueda de la solución a tu problema. Una y otra vez intentaste lo mismo y no están dando resultado.
Hoy la historia de la mujer del flujo de sangre me enseña que es tiempo de cambiar mi estrategia.
Es tiempo de cambiar el modo de llegar a la bendición. Ella decidió ir por la parte de atrás, tal vez ilógico porque Él no la podía ver. Su Fe y determinación de acabar con aquel mal que la azotaba la llevó a provocar su sanidad.
Si has hecho lo mismo una y otra vez, trata y cambia tu estrategia de guerra, asume tu posición y decídete a alcanzar tu milagro.
Bendiciones
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