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Necesitamos ser Podados
Dra. Moraima De Hoyos-Ruperto
Él corta de mí toda rama que no produce fruto y poda las ramas que sí dan fruto, para que den aún más.
– Juan 15:2 NTV
Yo no sé sembrar, de hecho se me mueren la mayoría de las cosas que siembro. Sin embargo, conozco algo de la teoría, ya que mi abuelo tenía finca. Entre las técnicas que conozco está el que los árboles hay que podarlos «para que cojan fuerza «. Eso dijo mi abuelo cuando yo le pregunté porque cortaba un árbol, que para mi como niña se veía perfectamente bien. Luego, me explicó que si no cortaba el árbol podía seguir ahí, pero no iba a crecer y muchas veces se «pasmaba». Queriendo decir que se estancaba.
Mi abuelo no estudió un bachillerato en Ciencias Agrícolas, pero tuvo la enseñanza durante la práctica diaria en la finca de sus papás. Tengo que aceptar que Io que Él me explicaba no me parecía justo. Como niña me parecía que eso le dolía a los árboles. Con el tiempo, observe que lo que me decía era cierto. Los árboles crecían más grandes y fuertes.
La palabra dice «… [Dios] poda las ramas que sí dan fruto, para que den aún más. «
Al leer esto, de igual forma me pareció injusto y doloroso. ¿Por qué podar o quitarle cosas al que ya da frutos ? ¿Por qué permitir situaciones dolorosas y difíciles a los que están haciendo la obra que Dios le mandó en el Reino?
El mismo versículo lo contesta: para que den aún más…
Dios siempre quiere más para nosotros.
Usualmente, cuando todo está tranquilo en nuestras vidas nos acomodamos. Nos ubicamos en nuestra zona de comodidad (zona de confort). Decimos: «Gracias a Dios , todo está bien, tranquilo«; « Ya es suficiente, estoy haciendo lo que Dios me llamó a hacer, no tengo que hacer nada más«.
Es ahí cuando Dios viene y nos poda. ¿Para que? Para que no nos estanquemos. Para que nos salgamos de la zona de comodidad. Para que crezcamos más fuerte en nuestra fe e intimidad con Dios. Para que recibamos el más de Dios. Y así mismo nosotros demos más de Dios a los demás.
Así que alabemos a Dios cuando estamos siendo podados, porque eso significa que Él está cuidando de nosotros.
Dios se está tomando el tiempo para darte forma y asegurarse que des más frutos.
Dios te está preparando para el más de Él.
¡Aleluya!
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