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Sé un Ejemplo de Fe

Se un ejemplo de fe
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Yadira Campis & Jaime Medina

“Vivimos por fe, no por vista”                                      
– 2 Corintios 5:7
“El último capítulo” es el título del mensaje que nuestro Pastor compartió hace unas semanas, donde hablaba sobre la necesidad de conservar la fe en una de las etapas más cruciales de nuestra vida. El Pastor analizó a tres hombres de fe; Isaac, Jacob y José (Hebreos 11:20-22). Los cuales deberíamos utilizar como referencia para aprender sobre la manera en que vivieron sus vidas por la profunda fe que tenían en Dios. También mencionó, la importancia de nosotros vivir llenos de fe y así poder ser un ejemplo para otros, para que se animen a vivir de la misma manera.
Cuando nos arrepentimos y recibimos al Señor Jesucristo como nuestro Salvador significa que hemos nacido de nuevo y así el Espíritu Santo viene a morar en nosotros y da testimonio de que somos hijos de Dios (Romanos 8:16). Pero sin fe es imposible agradar a Dios (Hebreos 11:6) y desdichadamente vivimos en un mundo con poca fe. Es por esta razón que nosotros, los creyentes, debemos hacer la diferencia y mostrarle al mundo lo que es vivir con fe. Instruir al prójimo que la fe no la podemos ver ni tocar. Esta consta en confiar, creer y aferrarse a ella.
Hace cuatro años le dimos el último adiós a un pariente muy cercano. Ella perdió una de las batallas más arduas de su vida, la lucha contra una enfermedad terminal. Nosotros, que estuvimos a su lado y le ayudamos a enfrentar todo el proceso, podemos dar testimonio de que ella vivió durante su último capítulo una vida de fe. Ella superó todo pronóstico médico y le demostró al mundo que la última palabra siempre la tiene Dios. Solo Dios nos da la vida y solo él nos la quita (1 Samuel 2:6). Los médicos le dieron meses de vida, pero ella confió, creyó y se aferró a Dios y él le concedió 5 años más de vida. Vivió con toda su fe puesta en el Señor y hasta en sus últimos días de vida nos enseñó (a todos los que le rodeábamos, creyentes y no creyentes) lo que era vivir en fe. Nos confortó tanto que pudimos darnos cuenta, que aun en medio del sufrimiento ella seguía confiando en el Señor por medio de su fe (1 Tesalonicenses 3:7) y también nos enseñó a que vivamos por fe, no por vista (2 Corintios 5:7). La influencia que genera el fiel creyente que vive con fe, siempre será una muy importante y positiva en la vida de los que le rodean.
En la biblia igualmente hemos aprendido de otros hombres que tenían mucha fe. Por ejemplo, aquellos dos ciegos (Mateo 9: 28-29) que por fe se acercaron a Jesús pidiéndole que tuviera misericordia de ellos y este les preguntó “que si creían que él podría hacerlo” y ellos sin dudar contestaron que sí y el Señor les recobro la visión. Por fe también, Abraham, a sus 100 años, concibió a su hijo Isaac, y es que él creyó y confió en que Dios cumpliría su promesa (Hebreos 11:11).
El día que el Señor nos lleve a morar junto a su presencia es porque nuestro propósito en esta vida se ha cumplido. ¡No será antes ni después! Y la realidad es que ninguno de nosotros sabe con certeza en qué momento estaremos viviendo nuestro último capítulo. Puede ser ahora o tal vez en 50 años. ¿Así que, por qué complicarse la vida pensando en eso? Lo que en realidad nos concierne es que seamos un ejemplo de lo que es vivir en fe para todos los que nos rodean. ¡Bendiciones!
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