!Sorpresas de la vida!
Maribel Malavé Morales
»Escuchen, voy a llegar de sorpresa como un ladrón. Afortunado el que encuentre despierto y vestido, pues no tendrá que salir desnudo sintiendo vergüenza de que lo vean así.»
– Apocalipsis 16:15
De mis tiempos antiguos, recuerdo a una canción que estuvo bien pegada y decía:
«La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida, ay Dios… «
¿Qué es una sorpresa? Cosa que da motivo, para que determinada persona, se sorprenda y es algo inesperado. Mi abuela decía ¿y a quién no le gustan las sorpresas? es como decir a quién le amarga un dulce 
.
Todo ser humano en un momento determinado ha anhelado y deseado una sorpresa y es algo normal que suceda. Una sorpresa puede ser un regalo envuelto, una visita inesperada, que te regalen un viaje, etc., en fin… pueden ser muchas cosas, que en ese momento te llenen de alegría y gozo.
Yo estoy 100% segura de que hemos tenido experiencias donde Dios nos ha sorprendido en varias ocasiones. Que maravilloso es sentir esa satisfacción y más cuando recibimos una sorpresa positiva, que no esperábamos. Pero, qué vas a hacer cuando recibes una sorpresa que puede ser desgarradora, incluso aterradora y no le ves una salida, ¿cuál será tu actitud ante ella?
Sea positiva o negativa no las espera, por eso se llama sorpresa y llegan en el momento que menos te lo imaginas. Puede ser una buena noticia como una mala. Lo importante es cuán preparados estemos para recibir una o la otra.
Hoy me voy a enfocar en una buena sorpresa que Dios tiene preparada para sus hijos.
La revelación que Dios hizo de sí mismo en Cristo es más maravillosa y sorprendente que lo que cualquier persona podría haber esperado.
Isaías 53:2
“Subirá cual renuevo delante de él, y como raíz de tierra seca; no hay parecer en él, ni hermosura; le veremos, mas sin atractivo para que le deseemos.”
La sorpresa más grande que recibiremos será su venida.
Apocalipsis 16:15
»Escuchen, voy a llegar de sorpresa como un ladrón. Afortunado el que encuentre despierto y vestido, pues no tendrá que salir desnudo sintiendo vergüenza de que lo vean así.»
¡Qué maravilloso! y qué afortunados seremos cuando eso suceda.
Concluyo:
Hay una gran realidad y es que esa sorpresa que recibiremos, será para la eternidad. Como no sabes, cuando será ese día, entonces es necesario que estés en el lugar y en la hora correcta para ser sorprendidos por el que ama nuestra alma.
La gran pregunta que debemos hacernos es: ¿Estamos listos, para cuando Él nos sorprenda?
Bendiciones
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