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Valor: Igualdad

Portrait Of Excited Elementary School Pupils On Playing Field At Break Time
Barbara Romero

Barbara Romero

«Por la gracia que se me ha dado, les digo a todos ustedes: Nadie tenga un concepto de sí más alto que el que debe tener, sino más bien piense de sí mismo con moderación, según la medida de fe que Dios le haya dado.» Romanos 12:3
En estos días hemos escuchado noticias dolorosas relacionadas al racismo. Según el diccionario, racismo es una Ideología que defiende la superioridad de una raza frente a las demás y la necesidad de mantenerla aislada o separada del resto dentro de una comunidad o un país. En palabras más sencillas, es hacer distinción de personas, pensar que algunas personas son más importantes o valen más que otras.
La verdad es que todos somos iguales. Cuando Jesús murió en la Cruz, lo hizo por amor a nosotros. El nos redimió, lo que significa que pagó el precio por nuestros pecados. Ese sacrificio Jesús lo hizo por toda la humanidad, no por algunas personas exclusivamente; no fué para salvar a los judíos, o para salvar a los hombres; no, él lo hizo por TODOS.
Dice la escritura que fuimos hechos a imagen y semejanza suya. Imagine usted, lo importante que somos para él. Por lo tanto, TODOS tenemos el mismo valor.  Unos no valen más que otros.
En ocasiones, sin darnos cuenta hacemos acepción de persona. Por ejemplo, los niños tratan mal a las niñas solo porque son diferentes a ellos. A veces despreciamos a un compañerito de escuela porque a diferencia del “grupo” no tiene los últimos tennis de moda. Eso es diferenciación o acepción de personas.  El ser humano no vale por lo que tiene o por su profesión, nuestro valor radica en cuánto Jesús pagó por nosotros.  Derramó su sangre por TODOS.
Recordemos que todos son importantes y que no podemos pensar que somos mejores que los demás.
Otros textos relacionados al tema:
  • Y dijo Dios (Padre, Hijo y Espíritu Santo): «Hagamos al hombre a Nuestra imagen, conforme a Nuestra semejanza; Génesis 1:26
  • y Él mismo llevó nuestros pecados en su cuerpo sobre la cruz, a fin de que muramos al pecado y vivamos a la justicia, porque por sus heridas fuisteis sanados. 1 Pedro 2:24

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