Un Corazón Preparado

«Porque Esdras había preparado su corazón para inquirir la ley de Jehová y para cumplirla, y para enseñar en Israel sus estatutos y decretos.»

– Esdras 7:10

El Dr. Myles Munroe, un ministro y reconocido escritor hizo esta interesante expresión:

«El lugar más rico del mundo no son las minas de oro de Sudamérica ni los campos petroleros de Irak o Irán. No son las minas de diamantes de Sudáfrica ni los bancos del mundo. El lugar más rico del planeta está al final de la calle…es el cementerio. Allí yacen enterradas empresas que nunca se crearon, inventos que nunca se hicieron, exitosos libros que nunca se escribieron y obras maestras que nunca se pintaron. En el cementerio está enterrado el mayor tesoro de potencial sin explotar».

Que triste es el potencial que se pierde.  Es lamentable que alguien con la capacidad de aportar no logre producir al máximo de sus capacidades.  Así somos los seres humanos llenos de potencial.  Nos proponemos muchas cosas.  Tenemos metas, sueños, aspiraciones por alcanzar, pero como dice Proverbios 19:21 (TLA) –

“El hombre propone y Dios dispone”.

Esdras fue un sacerdote hebreo que estaba claro y muy definido en su vocación.  El se propuso estudiar, conocer a profundidad la Escritura.  Se dedicó con gran esmero a investigar e inquirir la Palabra de Dios.

El deseo de prepararse.  La intención para dedicarse y la determinación para alcanzar lo propuesto nace en el corazón.  El interés y la intención de Esdras estaban alineados con la voluntad de Dios.  ¡Cuando Dios dirige tus planes prosperas y alcanzas el máximo potencial!

Lo que propones en tu corazón es importante, pero cuando lo que determinas en tu corazón honra a Dios tendrás el respaldo del Todopoderoso.  

Daniel, un talentoso joven hebreo fue escogido para ser educado en el palacio real.  El rey ordenó que alimentasen a los jóvenes como invitados del palacio.  ¡Imagina que rico!  Acceso directo a manjares, deliciosa gastronomía, lo más fino de la comida a tu disposición.

Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebía; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse.

Daniel 1:8

Daniel propuso en su corazón no contaminarse, no dañarse, no adulterarse… ¿con la comida del rey? ¿Por qué hizo eso? La comida que servían en la mesa del rey eran ofrendas ofrecidas a los dioses.  Daniel renunció a darse un gusto antes que deshonrar a Dios.  El no quiso.  Voluntariamente renunció al privilegio antes que ofender a Dios.

¡WOW! Daniel estaba determinado a honrar a Dios en todo.  Eso se llama INTEGRIDAD.  Honrar a Dios es hacer lo correcto.  No lo que entendemos correcto sino lo que agrada a Dios.

Esdras no se conformó con adquirir conocimiento.  Ten presente que el mucho conocimiento envanece.  Esdras cumplía, practicaba la ley de Jehová.  ¿Qué ocurre cuando sabes algo, pero no lo aplicas? TE ENGAÑAS.  Puedes impresionar con lo mucho que sabes, pero cuando haces lo correcto en lugar de lo conveniente, HONRAS A DIOS.

Como Esdras prepara tu corazón.  No te conformes con ser un oidor de la Escritura, seamos hacedores de Su Palabra.  Vivamos en sintonía con Su Palabra y en sincronía con Su perfecta voluntad para Su Gloria.  ¡AMEN!

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