Misericordia

«Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Nuevas son cada mañana; grande es su fidelidad.»

– Lamentaciones 3:22-23

Amado hermano, cuando buscamos la definición de misericordia en el diccionario encontramos la siguiente: “ternura del corazón que predispone a una persona a pasar por alto las ofensas o a tratar al ofensor mejor de lo que merece”.

Sin embargo; la misericordia es una palabra, que por más que usted busque una definición que abarque su grandeza, nunca la conseguirá, porque puede ser tan y tan abarcadora que no exista explicación.

Frases como esta es un reflejo de esa grandeza, “alabad al Señor, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia”. – Salmo 107:1

Nuestra salvación es por ese inmenso amor de Dios, por esa gracia hermosa por medio de la fe de Jesucristo. Sin embargo; esa fe, es una respuesta a esa misericordia de Dios. Nuestra entrega al Señor es tal que no la podemos hacer por iniciativa propia, sino que, por su misericordia, nos levanta y nos transforma.

La misericordia es un proceso de sembrar y cosechar. Es la que cada día de nuestra vida, nos permite reflejar el carácter de Cristo donde quiera que vayamos. Es imposible levantar un mundo en tinieblas, si no lo hacemos con misericordia.

Cuenta una leyenda que nuestro Dios, antes de crear al hombre, se reunió con el ángel de justicia, con el de la verdad, con el de santidad y con el de misericordia.  Y Dios le dijo: “me he propuesto crear al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza”. 

En ese instante el ángel de justicia se levantó y le dijo: “Señor, no debes crear al hombre, porque cometerá toda clase de maldades contra sus semejantes; será duro, cruel y deshonesto”. 

Luego el ángel de la verdad se levantó y dijo: “Señor, no debes crearlo, porque será falso y engañará a su hermano.  Él ángel de la santidad dijo a su vez: “No lo debes crear porque será impuro y deshonrará tu nombre”. 

Entonces el ángel de la misericordia se adelantó y le dijo: “Señor, crea al hombre y cuando cometa pecado y se desvíe del camino yo lo tomaré de la mano y lo traeré a ti”.

Disfruta pues de la misericordia del Señor, la cual es nueva cada día. ¡Bendiciones! 

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