Semilla de Fe
Fernando Crespo Bello
«Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.»
– Hebreos 11:1-2
Amado hermano, en muchas ocasiones pensamos que nuestra fe se debilita o tenemos muy poca. Sin embargo; cuando los discípulos le dijeron a Jesús: auméntanos la fe; ¿Cuál fue la respuesta del Señor? Si tuvieras fe como un grano de mostaza, podrías decir a este sicómoro: Desarráigate y plántate en el mar; y os obedecería. (Lucas 17:5-6)
Un grano de mostaza es sumamente pequeño, pero la capacidad que tiene en sí misma, por ser una semilla que puede crecer, dentro de una tierra fértil, es llegar a ser un árbol enorme con muchos frutos.
Se supone que todo creyente está bautizado con poder del Espíritu Santo para dar testimonio de Jesucristo. Y dentro del fruto del Espíritu está la fe. Al ser esto así, no podemos pensar que tenemos poca fe, sino, que nuestro conocimiento de la Palabra no es suficiente para estar convencidos de lo que entendemos y creemos.
Cuando tenemos certeza y estamos convencidos de lo que creemos, no tenemos dudas de la acción del Señor. Ahora todo sucederá en la voluntad y tiempo del Señor.
Pero, muchas personas tienen fe en las cosas que no son eternas, por ejemplo: Cuando usted va a encender una bombilla que está conectada a un sistema eléctrico, usted va al interruptor y lo mueve hacia arriba o hacia abajo y usted no duda ni un momento que tendrá una respuesta. Usted nunca se cuestiona si la bombilla va a encender o se va a apagar. Sin embargo; las posibilidades de que eso sucediera son altas y usted nunca tuvo dudas.
Amado, no está mal decir auméntanos la fe, pero debemos entender que la fe es una virtud (Poder de Dios) que nos permite creer y aceptar su voluntad en todo lo que esperamos, aún cuando no lo podamos ver.
Hoy tenemos un nuevo día y tal vez tengas una agenda personal para llevar a cabo todo lo que has planificado. Pero el Señor tiene una agenda para ti, que tal vez no concuerde con la tuya. Déjate guiar por su voluntad y verás grandes cosas que no conoces, pero que son de bendición.
¡Que Dios te bendiga!
Reflexión Recomendada: La Verdad
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