Elizabeth Ríos
Por lo tanto, imiten a Dios en todo lo que hagan porque ustedes son sus hijos queridos. Vivan una vida llena de amor, siguiendo el ejemplo de Cristo. Él nos amó y se ofreció a sí mismo como sacrificio por nosotros, como aroma agradable a Dios.
Efesios 5:1-2
Comienzo por definir lo que significa la palabra incesante- constante continuo, a cada instante-.Para que un matrimonio sea incesante, exitoso y placentero, necesita encontrar un modelo perfecto del amor. Ese modelo es Cristo. En Efesios 5:1-2 dice:
Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.
Pablo nos insta a ser “imitadores de Dios y andad en amor, como Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros”. Nota que Pablo dice: “andad en amor”.
Mientras más leemos las escrituras más nos damos cuenta de que en ellas se nos insta a amar. El amor es tan poderoso que a través de él podemos ser transformados, restaurados y perdonados, porque el amor cubre multitud de pecados (1era Pedro 4:8).
Es muy lamentable que muchas parejas caen en un estado de supervivencia y rutina porque el amor ha dejado de ser la esencia preeminente de su relación. El distanciamiento puede ocurrirle a cualquier pareja y usualmente empieza con distracciones. Estas distracciones pueden ser cualquier cosa que le quita tiempo y energía a la relación matrimonial como, por ejemplo: trabajo, iglesia, deportes, amigos, hijos hasta adicciones como el alcoholismo. Algunas son muy dañinas y otras parecen buenas, pero si abusamos de ellas se convierten en dañinas y pueden destruir matrimonios.
Es necesario que identifiquemos cuáles son esas distracciones y juntos tomar acción. La clave es hacer un balance en todos nuestros compromisos para mantener el equilibrio en nuestros matrimonios. A veces tendremos que soltar responsabilidades y delegarlas en otros para poder dedicar tiempo a nuestro matrimonio. Es importante que trabajemos como un equipo, para ser un matrimonio que no se cansa, que es constante en amor, entrega y comprometido a velar por el bienestar tanto físico, emocional y espiritual de nuestros cónyuges.
Para tener un matrimonio incesante debemos prestar atención a lo que a nuestra pareja le gusta. En otras palabras, prestar atención a los detalles que harán que nuestra pareja se sienta amada, respetada y valorada. Les voy a mencionar algunos ejemplos que van a ayudar a mantener un matrimonio incesante:
- ayudar con las tareas en el hogar.
- preparar la cena.
- enviar un mensaje de texto saludando, diciendo lo mucho que lo extraña y lo ama.
- las palabras de afirmación hacia su pareja (gracias por todo lo que haces por nosotros…)
- las oraciones cubriendo nuestras parejas.
- apoyar los sueños de cada uno.
- ser apoyo en tiempos difíciles.
- organizar salidas para comer o compartir solos.
Cada matrimonio está formado para manifestar el amor de Dios. Es un reto el mantener una buena relación, llena de amor, entrega y que sea constante. Es por ello que debemos identificar aquellas cosas que nos roban el tiempo de nuestros cónyuges.
La palabra dice: “Todo me es lícito, pero no todo me conviene” (1era Corintios 10:23) por lo que debemos saber poner límites a cada cosa que puede convertirse en distracciones afectando así la entrega y constancia en la relación de pareja. Conociendo eso, debemos trabajar juntos para lograr identificar todas aquellas cosas que nos afectan y así manifestar el amor en todas las áreas, tanto físicas, emocionales y espirituales.
Cada día es un nuevo reto para cada cónyuge de abrazar la palabra de Dios, su amor y así poder lidiar con las diferentes crisis que puedan aparecer.
En base al amor se creará el espacio para el perdón, la paciencia y la humildad entre los esposos. Así como vamos formando al hombre interior en nosotros, a través de la palabra de Dios y la oración, esa conducta nos llevará a fortalecer también nuestras relaciones de pareja en amor, paciencia, humildad, bondad, perdón, mansedumbre y templanza.
Al escribir estas palabras mi intención es retarte a querer tener un matrimonio que no se da por vencido y que se mantiene luchando por el amor, el respeto, la entrega y la armonía.
Sobre todas las cosas se mantiene siendo constante e incesante.
Bendiciones Lisy un escrito de gran bendición!!