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Aprende a ser Agradecido

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Diana Jiménez de Garrastazú

dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

Desarrollemos y practiquemos la virtud de ser agradecidos, primero con nuestro Dios, Señor y Salvador y con nuestro prójimo. Vamos a proponérnoslo y practicarlo continuamente.

El Diccionario de la Lengua Española define agradecido como: 

  1. Un adjetivo: el que agradece, el que expresa o declara con obras o palabras su gratitud y dar las gracias por algún privilegio o beneficio. El que siente gratitud en alguna cosa.
  2. Que reconoce, aprecia y agradece el favor o bien que alguien ha hecho; que siente gratitud o agradecimiento.

Ser agradecidos es una de las cualidades más importantes que todos debemos procurar cultivar y poseer. Una persona agradecida reconoce, corresponde. Reconoce que lo que ha recibido es un regalo o un privilegio que estaba muy lejos de su capacidad de poseer y por lo tanto corresponde con gratitud y acciones de gracias. Su corazón agradecido con Dios hace que desarrolle una actitud de gentileza hacia todos con quien comparte su diario vivir. 

En contraste la persona mal agradecida olvida todos los favores y beneficios recibidos por parte de otro. No reconoce que ha sido favorecido de forma gratuita e inmerecida. Es un ingrato que no reconoce todas las cosas buenas que disfruta gratuitamente. Incluso puede llegar a ser tan irrespetuoso, que piense que como no pidió los favores que recibió, no los tiene que agradecer. Peor aún, puede pensar y creer que se los merece. Demostrando así la pobreza de su alma y la dureza de su corazón. 

La Palabra de Dios nos exhorta a que seamos agradecidos, que demos gracias a Dios y a los demás que nos rodean. Ser agradecido demuestra el amor que sentimos por los demás. Al dar gracias reconocemos lo que otros han hecho por nosotros. En sus escritos el Apóstol Pablo usó la palabra “gracias” por lo menos 46 veces. Enfatizando que debemos agradecer la salvación recibida por medio de la fe en la obra de nuestro Señor Jesucristo.

En Efesios 5:20 – dando siempre gracias por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo.

El Diccionario del Nuevo Testamento de la Biblia “New American Standard” define dar siempre gracias, como una expresión de agradecimiento a Dios. Es el lenguaje de agradecimiento a Dios, como un acto de adoración

1 Tesalonicenses 5:18 – Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. 

En toda situación o circunstancia, ya sea agradable o no; siempre hay espacio para agradecer. Dispongamos nuestro corazón para que sea agradecido, sin importar si las cosas salieron como deseamos o no. Los pensamientos y los caminos del Señor son más altos que los de nosotros. Demostramos nuestra confianza en Él, cuando en medio de los momentos difíciles le damos gracias por su favor, presencia y cuidados. Recordemos sus palabras: Juan 16:33 Estas cosas os he hablado, para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción: más confiad, yo he vencido al mundo. No hay excusa para no ser agradecidos.

Nuestro Dios merece nuestro reconocimiento, gratitud, acción de gracias y adoración.

Salmos 95:2-3  Acerquémonos a él con acción de gracias. Cantémosle salmos de alabanza,

3 porque el Señor es Dios grande, un gran Rey sobre todos los dioses.

Cuando somos agradecidos, de nuestro corazón surge la alabanza. Reconocemos la grandeza y el poder de Dios. Su eterno poder y su Deidad. Recordamos todos Sus favores y todos Sus beneficios. Recordamos todo el bien que Él nos ha hecho. Lo reconocemos y le damos gracias.  

¡No hay nadie como él! Dependemos de Él y Él es bueno. 

Salmos 50:23 Pero el dar gracias es un sacrificio que verdaderamente me honra; si permanecen en mi camino, les daré a conocer la salvación de Dios».

Procuremos siempre ser agradecidos.