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Carta de Amor

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Cheo Valentin

«El amor es paciente y bondadoso. El amor no es celoso ni fanfarrón ni orgulloso ni ofensivo. No exige que las cosas se hagan a su manera. No se irrita ni lleva un registro de las ofensas recibidas».
– 1 Corintios 13:4-5 (NTV)
11 de julio de 2018
Amada mia:
Una vez mas quiero hacerte una confesión del inmenso amor que sigo y seguiré sintiendo por ti. Y qué reconfortante es poder permanecer en altas horas de la noche, cuando el silencio se dispone a hablarme y reafirmarme lo dichoso que soy al tenerte a mi lado por tantos años. Y mientras la norma en la vida es que todo pasa, se acaba o se empequeñece en cambio este amor por ti sigue aumentando en intensidad cada día y no puedo imaginarme cómo será en el mañana. Entonces, cuando medito sobre esta unión de nuestros corazones, escucho una voz interior que me reafirma que eres la mujer virtuosa que Dios tendría para mi. En aras del amor me has soportado tal como soy, has esperado muchas cosas de mi, has creído y sufrido momentos tristes pero manteniendo siempre tu calma con mucha paz, armonía, con alma piadosa y misericordiosa para perdonar situaciones poco agradables que provoqué en algún momento. Y es que en ti se manifiesta el verdadero amor; amor que no se jacta, no envidia y no se envanece.
En varias ocasiones te he expresado que estoy en deuda contigo pues mis anhelos y deseos de llevarte al pedestal que mereces en ocasiones se han visto obstaculizados porque mi dimensión espiritual no alcanza llegar hasta la plenitud que tu has llegado. Además de mi esposa has sido compañera, amiga, consejera y fiel colaboradora para mostrarme el mejor camino. Eres sabia, sensata y experta en la mayordomía que Dios quiere que habite en cada uno de sus hijos. Siempre me he sentido orgulloso de ti y no pierdo oportunidad para compartir con muchos lo afortunado y dichoso que soy al tenerte a ti. Aún Salomón con lo sabio que fue no tenía la más mínima idea que sería yo el que encontraría la mujer virtuosa que él describió en Proverbios 31.10. El la mostró en lo espiritual pero yo la hallé en la realidad.
Ni las arrugas ni las canas han podido aplacar esta llama de amor pues he aprendido que lo material se acaba y desvanece, pero lo espiritual permanece para siempre y es por eso que te sigo viendo tan hermosa como la primera vez. A cada instante le doy gracias a Dios por haberme llevado hasta ti aún sin merecerlo pues pienso que no soy digno de ti. Y no te imaginas cuánto sufro cuando busco una tarjeta con un buen mensaje para ti pues a través de tantos años no he podido leer nada secular que te describa como realmente eres; siempre falta algo. Ni siquiera la más exótica de las flores contiene la belleza que hay en ti. ¡Cuántas veces te he visto entregada en oración clamando por la paz, la salud y el bienestar de los demás! En esos momentos me recuerdas al gran maestro Jesús clamando por todos menos por El. ¡Qué ejemplo más maravilloso de evangelismo nos has enseñado tanto a mi como a todo el entorno familiar y de amistades que nos rodean! Nuestros hijos se sienten bendecidos por la madre que Dios le regaló.
En este momento me reafirmo en el inmenso amor que siento por ti y te pido perdón por las veces que te he podido fallar aún sin proponérmelo. Que Dios te siga bendiciendo para que continúes siendo punta de lanza para toda nuestra familia sembrando siempre la semilla del amor y el arrepentimiento entre todos los que te rodean.
¡Te amo más allá de lo infinito! Tu amado Cheo Valentín.
 

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