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EMANUEL, Dios con Nosotros

Dios con nosotros
Reinaldo L. García Pérez

Reinaldo L. García Pérez

Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.
Isaías 7:14
Para muchos la navidad es motivo de fiesta y celebración. Otros asocian la temporada con compras y regalos.  Hay quienes aseguran que se respira un aire diferente.  Sin embargo, hay quienes luchan con la tristeza, desesperanza y soledad.  En lugar de tener motivos para celebrar, la temporada les abruma.
Hagamos una pausa y consideremos ¿Qué es la navidad? Según la Real Academia Española, la palabra Navidad proviene de natividad, que significa nacimiento.  La navidad celebra el nacimiento de Jesús en el pesebre.
Cuando pienso en María, la madre de Jesús, es inevitable sentir gran admiración.  El primer capítulo del Evangelio según Lucas describe cuando el ángel del Señor le anunció que llevaría en su vientre a Jesús.
Mas allá de lo extraordinario de la aparición del ángel para anunciarle el inesperado embarazo, me conmueve el meditar cómo se aferró a la afirmación: porque nada hay imposible para Dios. – Lucas 1:37
La respuesta de María nos dice tanto de su carácter noble y humilde: ¨He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra¨.
José un carpintero residente en Nazaret, era oriundo de Belén y descendiente del rey David.  José era un israelita piadoso, fiel en todas las ordenanzas del Templo.  La Escritura lo describe como un hombre bondadoso, justo y recto.
María, comprometida para casarse con José, estaba embarazada. La Escritura utiliza la palabra desposar, que es el acto de contraer compromiso matrimonial.  Para los israelitas se consideraba un asunto muy serio.  La ley judía establecía que, si una mujer virgen prometida a un hombre se acostaba con otro, ambos serían apedreados.  
José amaba a María con todo su corazón por eso la situación era comprometedora y complicada.  En el Evangelio según Matero, capítulo 1 expresa: Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es.
Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. 
Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros. 
Quiero traer a tu atención que el profeta Isaías, inspirado por el Espíritu Santo proclamó ese evento cientos de años antes.
En los tiempos de Isaías, gobernaba en Judá el rey Acaz.  Dos reyes juntaron sus ejércitos con la intención de invadir, saquear e instalar un nuevo rey.  Acaz estaba abrumado y aturdido por la noticia.  Sabía que no contaba con los recursos para defenderse.  Sin embargo, a través del profeta Isaías, Dios le dijo al rey Acaz: No subsistirá, ni será. – Isaías 7:7
Para confirmar su palabra, Dios le dice al rey que le pida señal, pero Acaz rechazó el ofrecimiento.  Entonces el profeta Isaías expresó de parte de Dios: Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel.  ¿Qué significa Emanuel? Dios con nosotros.
Y despertando José del sueño, hizo como el ángel del Señor le había mandado, y recibió a su mujer.  José, consciente que Dios estaba obrando en la situación, se ocupó de María y le trató con delicadeza en momentos de necesidad.  ¡Que extraordinario es Dios que escoge a personas ordinarias para ser partícipes en Su propósito eterno!
La navidad recuerda el nacimiento de Jesús en el pesebre.  No era el mejor lugar y las condiciones no eran las adecuadas, pero el nacimiento de Jesús – Emanuel es la confirmación de Su promesa fiel y verdadera: DIOS ESTÁ CON NOSOTROS.     

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