Dios Te Hace Reír

«No hay mejor medicina

que tener pensamientos alegres.

Cuando se pierde el ánimo,

todo el cuerpo se enferma.»

– Proverbios 17:22

Durante esta semana tuve la oportunidad de ir a una actividad de matrimonios donde estaba ministrando la Evangelista Yolanda Pérez del ministerio Eres Perla Preciosa. Quienes la conocen y/o la han escuchado saben que Dios la utiliza poderosamente y de una manera muy particular, a través de la risa. En el momento que estaba decidiendo si asistía o no, por algunos asuntos familiares, me dije: Voy porque yo necesito reír.

Hay personas que de todo sacan un chiste, tienen un muy buen sentido del humor y eso les ayuda mucho en el manejo de sus situaciones diarias.  Yo tengo que decir que esa no es una de mis virtudes.  Generalmente, soy muy seria, tomo la vida muy en serio, mi familia dice que demasiado, y ando usualmente ocupada o preocupada.  Cuando terminó la actividad de matrimonio, estuve conversando con mi esposo y en mi reflexión acepté que muy pocas veces me río, pero la mayoría de esas veces es con las ocurrencias de mi esposo.  Entonces pensé, Dios en su infinita misericordia me bendijo con un hombre que tiene un gran sentido del humor.  Su sentido de humor y actitud más relajada antes las situaciones de la vida, son las que me ponen en perspectiva y me dan balance.  Son muchas las veces que recurro a él con estas palabras:  “Amor tu que eres más ecuánime y sosegado que yo, que tu piensas de…”

Los que nos conocen saben que somos bieeeeeennnn diferentes.  Es en esa diferencia que está la bendición de Dios.  Dios me ha bendecido con un esposo sabio, prudente y ecuánime.   Así que puedo decir como Sara dijo: Dios me ha hecho reír; cualquiera que lo oiga se reirá conmigo. (Génesis 21:6).  En mi caso, a través de mi esposo.

Cuando busque en la Biblia versículos sobre la risa, me llamó la atención que la mayoría de las veces que se habla de la risa es durante o después de momentos bien difíciles.  En el caso de Sara fue cuando luego de 90 años recibe la promesa de ser madre.  En el caso de Salmos 126, es cuando están saliendo de la cautividad (esclavitud):

Cuando Dios nos hizo volver

de Babilonia a Jerusalén,

creíamos estar soñando.

2 De los labios nos brotaban

risas y cánticos alegres.

Hasta decían las demás naciones:

«Realmente es maravilloso

lo que Dios ha hecho por ellos».

3 ¡Lo que Dios hizo por nosotros

fue realmente maravilloso,

y nos llenó de alegría!

En el caso de Job fue cuando estuvo pasando la gran prueba donde perdió todo; dinero, familia y salud. 

Aún ha de llenar de risa tu boca, y tus labios de gritos de júbilo. Job 8:21

Entonces, entendí que Dios quiere que riamos no importa cual sea nuestra circunstancia. Dios quiere que demos gritos de alegría.   Dios quiere que cantemos y sobretodo que alabemos su nombre, independientemente cuál sea nuestras circunstancias.  

Aún a través de la risa, Dios obrará.  

No hay mejor medicina

que tener pensamientos alegres.

Cuando se pierde el ánimo,

todo el cuerpo se enferma.

Proverbios 17:22

Bendiciones.

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