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Dos Instrucciones Esenciales para Nuestro Matrimonio
Jacqueline Rodríguez
La palabra nos enseña en Génesis 2:24 lo siguiente: “Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.” Este pasaje se repite cuatro veces en la biblia, la vemos aquí en Génesis 2:24 y luego en: Mateo 19:5, Marcos 10:7-9 y Efesios 5:31. Así de importante es esta instrucción. Al casarnos, físicamente dejamos a nuestros padres y decidimos unir nuestra vida a la otra persona y formar una sola carne, por lo tanto, debemos esforzarnos por fortalecer esa unión que hemos contraído. Según este mandato hay dos áreas que debemos considerar, la primera es dejar y la segunda es unir.
Dejar a nuestros padres de ninguna manera se refiere abandonarlos, sino que seguiremos honrándolos y cuidando de ellos, pero nuestra relación cambiará ya que ahora hemos entrado en una relación de pacto; por lo tanto, nuestras decisiones y estilo de vida ahora giraran en torno a nuestra pareja. Nuestros padres sin duda nos aman y desean lo mejor para nosotros, sin embargo, debemos reconocer que sus intervenciones en nuestro matrimonio no necesariamente nos ayudaran. Al decidir dejar me comprometo a darle el segundo lugar de prioridad en mi vida, primero Dios y después mi esposo.
La segunda parte es unirse para formar una sola carne. Convertirnos en una sola carne implica que los dos nos complementaremos de tal modo que mi pensar sea su pensar, que si diferimos podremos hallar un punto medio que satisfaga a ambos, de tal manera que siempre podamos llegar a un acuerdo. Si me quejo o señalo a mi esposo de mi misma lo hago. Debemos ir siempre en la misma dirección como una sola carne. “Porque nadie aborreció jamás a su propia carne…” Efesios 5:29.
Como vemos esto es un principio bíblico. Muchas veces las parejas fallan porque no siguen este principio de dejar y unirse. Si buscamos en las escrituras, allí encontraremos respuestas para cada área de nuestra vida. Luchemos por tener matrimonios saludables siguiendo las instrucciones de nuestro creador. Sean bendecidos!
“Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.”
Génesis 2:24
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