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En las Manos del Creador
Reinaldo L. García Pérez
1 En el principio creó Dios los cielos y la tierra.
2 Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas.
– Génesis 1:1-2
El primer capítulo del libro de Génesis comienza expresando: En el principio creó Dios los cielos y la tierra. La Escritura confirma una y otra vez esta verdad. A través de los Salmos, los escritores expresan admiración a Dios como creador:
Salmo 19:1 – Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Salmo 121:1-2 – Alzaré mis ojos a los montes;
¿De dónde vendrá mi socorro? Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.
El Credo Apostólico inicia con la expresión: Creo en Dios Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Estamos claros y convencidos de que Dios es el creador de los cielos y la tierra.
Ahora ¿Cómo estaba la tierra? Desordenada y vacía.
Muchos piensan que el mundo está desordenado y vacío. Algunas situaciones no tienen un efecto directo en nuestras vidas, pero otras sí. Si nos detenemos a ver las noticias en la televisión, a leer los periódicos y escuchar los programas de análisis en la radio podemos concluir que vivimos en un caos.
Los problemas y conflictos que vemos a diario a través de los medios de comunicación nos dan a entender que los países, las naciones están desordenadas y vacías.
Así como los cambios demográficos y los efectos de la economía van afectando nuestro entorno, nos parece que los pueblos, nuestras comunidades están desordenadas y vacías.
Las luchas cotidianas y problemas sociales afectan nuestra convivencia y entorno familiar. Nos impresiona que nuestros matrimonios y nuestras familias están desordenados y vacíos.
El ser humano tiene que lidiar con muchas situaciones e imprevistos. Trabajamos para obtener el sustento. Ocupamos diferentes tareas y roles buscando satisfacción y bienestar. Si nos detenemos a contemplar nuestras vidas, podemos llegar a la conclusión de que vivimos en forma desordenada y vacía.
Pero, ¿sabes? Quiero recordarte lo que dice el pasaje…y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Por causa del pecado, el ser humano vive en tinieblas, pero Dios está presente. Él conoce de primera mano el vacío y el desorden. El deseo y más que el deseo, la intención de Dios es traer orden a tu vida.
Y dijo Dios: sea la luz y fue la luz. Por el poder de Su palabra creadora trajo luz donde moraban las tinieblas. Trajo luz donde se necesitaba.
Muchas veces pensamos que Dios no me conoce o no entiende mi desorden. Tengo que traer ante tu consideración que Dios me hizo, me formó, tu y yo somos su creación. ¡Él es nuestro Creador!
Me conmueve que Jehová Dios, Todopoderoso, el extraordinario creador de los cielos y de la tierra, piensa en ti y en mí. Tu y yo estamos presentes en sus planes y propósitos. ¡ALELUYA!
Dios es nuestro padre. En Dios tenemos un Padre amoroso. No desea que vivas en desorden. Él quiere traer orden a tu vida.
Dios como Padre anhela tenerte cerca. Escuchar tu oración. Hablarte a través de Su Palabra. Brindarte consejo, guía y dirección cuando busques su rostro. Dios es Padre que te bendice y desea que vivas con él para siempre.
En este nuevo tiempo, ten presente a Jehová, Dios, Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra en todo lo que emprendas.
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