Karen Valoy
Al verlo, caí a sus pies como muerto. Pero él puso su mano derecha sobre mí, y me dijo: «No tengas miedo. Yo soy el primero y el último, 18 y estoy vivo. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre, y tengo poder sobre la muerte.” Apocalipsis 1:17-18 (TLA)
Si fuéramos a escribir meditaciones individuales sobre diferentes aspectos de la persona de Jesucristo estaríamos un largo tiempo escribiendo solamente sobre eso. El Señor Jesús nos manifiesta y revela tantas virtudes de su carácter que podríamos hacer una larga lista de ellas.
En un versículo que escuché recientemente me llamó la atención donde dice “estuve muerto”. ¡Cuán poderosas son estas palabras! El Hijo de Dios se manifestó al apóstol Juan en una visión que quedó registrada en el libro de Apocalipsis y lo que le dice de sí mismo es “Soy el primero y el último, y estoy vivo. Estuve muerto, pero ahora vivo para siempre”. Vaya introducción; qué presentación. ¿Con qué frecuencia escuchamos a alguien decir que estuvo muerto? Poquísimas, y posiblemente, como en mi caso, ninguna.
Esta verdad tiene implicaciones sobrenaturales. Quiere decir que el proceso de muerte fue revertido y el que estuvo muerto volvió a vivir. Quiere decir que su muerte no fue definitiva y que, a pesar de haberla experimentado, no lo detuvo. La muerte de Jesús no fue lo último que le sucedió. Una vez vuelto a la vida continuó teniendo las experiencias propias de la vida como si nunca hubiera estado muerto.
El aspecto muerte-resurrección de Jesús en sí mismo es suficientemente impresionante. Sin embargo, las cosas no quedan aquí. Jesús también le dijo a Juan “y tengo poder sobre la muerte”, es decir, tiene poder para resucitar a otros. Es a lo que se refiere el apóstol Pablo en 1 Corintios 15:20-22 (TLA) cuando dice:
“20 Sin embargo, ¡Cristo resucitó! Esto nos enseña que también resucitarán los que murieron. 21-22 Por el pecado de Adán todos fuimos castigados con la muerte; pero, gracias a Cristo, ahora podemos volver a vivir”.
En cuanto a nosotros, es la mejor noticia de todas. El hecho de que Jesús estuvo muerto, pero ahora vive, tiene consecuencias para los que creemos que Él es el Hijo de Dios y le hemos pedido perdón por haber pecado. Significa que “ahora podemos volver a vivir”; “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” – Romanos 6:23 (RV60). El Señor Jesús conquistó la muerte y nos ha extendido una invitación a la vida.
Jesucristo es El Camino, y La Verdad y La Vida (Juan 14:6). Recibamos a Cristo y el poder de su resurrección.
Dios te bendiga.
AMÉN…. Poderosa es la palabra de Dios, que nos trae de la muerte en el pecado, a la salvación y vida eterna…🙌🏽
Gracias Karen
Que extraordinaria revelación estuve muerto,osea ahora vive y vive para siempre.y nosotros tmbn viviremos junto a El por la eternidad aleluya!
Que extraordinaria revelación estuve muerto,osea ahora vive y vive para siempre.y nosotros tmbn viviremos junto a El por la eternidad aleluya!
Hermoso! Amen!🙌❤